Resulta complicado elegir un quinteto ideal de cualquier campeonato. Si además ese campeonato son Los Juegos Olímpicos, la dificultad es mayor, puesto que a él acuden las mejores selecciones con sus mejores jugadores. Se podría caer en la tentación de elegir los cinco entre los dos finalistas, España y EEUU, porque el equipo tendría tal calidad que sería indiscutible; pero sería injusto olvidarse de otros jugadores pertenecientes a equipos que no han llegado tan arriba y cuyo valor está, sin duda, a la altura de los mejores.
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