Copa de Blancos Rueda
En el baloncesto, como en la vida, resulta crucial leer el surgimiento de una oportunidad e ir con toda convicción a aprovecharla. Eso es lo que hizo este miércoles Nacho Martín (Valladolid, 1983). El ala pívot leyó perfectamente las carencias defensivas del Baloncesto Fuenlabrada (una baja de la enjundia de Esteban Batista no se soluciona de la noche a la mañana) y castigó a los hombres altos naranjas en el poste bajo. No estuvo sólo. Diego García y Jason Robinson también estuvieron en una versión sólida; esa que acredita su regularidad anotadora (10 puntos cada uno frente al Fuenla).
***
Copa de Blancos Rueda
Pedro Fernaud
13.enero.2011
El Blancos de Rueda de Valladolid es uno de los mejores representantes del deporte castellano gracias a valores como el trabajo, la constancia y el esfuerzo colectivo Fuente de foto: diputaciondevalladolid.es
Entre su acierto y lo bien cuajada que estuvo la defensa pucelana (que hace de los automatismos en la retaguardia un ejercicio pleno de intensidad y sincronía), pusieron contra las cuerdas los sueños coperos de los madrileños y dieron pleno sentido a su nombre. ¿Qué mejor destino para un equipo con reales de vino que el recipiente de una copa para expresar sus cualidades? En este artículo apuntamos cinco claves por las que el Blancos Rueda de Valladolid va a disputar la copa de este año.
1) Los preferidos por los Reyes Católicos. Cuenta la leyenda que los vinos blancos con denominación de origen Blancos Rueda eran los preferidos de los reyes más célebres (y puede que más determinantes en el curso de nuestra historia como nación) del linaje monárquico en España. No parece casual pues que se haya cerrado el círculo y que uno de los equipos más señeros de nuestro baloncesto haya arribado a la Copa gracias al mecenazgo de estos espumosos efluvios.
2) Vino blanco y chocolate. Último argumento guasón (pero lírico) para explicar el buen momento del Blancos Rueda. Esos dos manjares son los preferidos por Fede Van Lacke para endulzar un almuerzo. Y, en cierta manera, su equipo ha tenido algo de chocolate para la liga gracias a su baloncesto sencillo pero alegre, pegadizo en suma, que ha deparado infinidad de acciones vistosas y productivas. ‘Sabrosas’ como un buen chocolate. La metáfora del vino se explica por la manera burbujeante y espumosa con la que los hombres exteriores pucelanos atacan el aro rival. Cuando Van Lacke, García, Robinson o López encaran el aro a través de penetraciones, su determinación anotadora es muy parecida a la que mostraban en su momento los pilotos kamikazes japoneses.
3) Porfi Fisac. El entrenador del Blancos Rueda es la viva constatación de que siendo un buen tipo también se puede ser un gran líder. Y sacar el máximo de cada jugador. El técnico segoviano es un as a la hora de motivar a sus jugadores y derrocha asertividad y tacto en lo concerniente a ayudarles a trabajar sus defectos y explorar sus virtudes.
4) Método colectivista. Directamente relacionado con lo anterior. El modelo propuesto por Fisac busca esquemas de juego abiertos, donde el protagonismo ofensivo está repartido. Ningún jugador es excesivamente importante, pero ninguno es prescindible. Cada uno tiene un espacio importante en las rotaciones, que como es natural puede crecer en la medida en que el rendimiento del jugador esté en dinámica creciente. Además, existe un armónico equilibrio entre las prestaciones de los jugadores interiores (Barnes, Slaughter, Báez, Martín) y los exteriores (a los ya mencionados merece la pena señalar la clase en el pase y el tempo de juego de Dumas y la valentía ganadora de Stanic).
5) Equipo con valores. Al igual que el Fuenla, su rival este miércoles, es un equipo que ha sabido hacer de la necesidad (actualmente se rige bajo la Ley Concursal) una virtud. Es decir, un equipo humilde que se ha vertebrado y consolidado entre los mejores de la liga gracias a grandes dosis de trabajo, humildad, confianza, sintonía humana, ambición y solidaridad, concretada en una coordinada defensa ejemplar.