Devotion

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La pasión del aficionado, el rigor del periodista y la lucidez del que piensa este juego. Con esas claves, Carlos Sánchez Blas, narrador de baloncesto de Onda Madrid, compone un acercamiento divertido y heterodoxo a la leyenda de a Euroliga (él prefiere denominarla Copa de Europa) y las claves que definen a la mejor competición del continente en esta temporada que estamos estrenando. Esto es sólo un adelanto. Porque a lo largo de este curso tendremos el privilegio de leer las palabras con las que ‘Charlie’ inmortaliza el encanto de los lugares y pabellones que visitará siguiendo las evoluciones del Real Madrid en la máxima competición continental. Asimismo, él será nuestros ojos para retratar con ‘espíritu fiebre’ las mejores canchas europeas y explicarnos con un toque desenfadado cómo se vive el basket en las ciudades donde se ve el mejor baloncesto de la pujante (hablamos de baloncesto) Europa.

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Devotion

Carlos Sánchez Blas

15.octubre.2010

 

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La carrera de Marko Keselj ha discurrido casi a la misma velocidad a la que se desarrollaba

su imparable talento (llegó incluso a jugar algunos partidos con el Akasvayu Girona

cuando tenía 18 años). Este verano nos maravilló con su facilidad anotadora en el

Mundial de Turquía y tiene toda la pinta de que los equipos españoles lo seguirán

padeciendo’ en su posición de ‘killer’ del Olympiacos.

 

Pasión. Esa es la traducción al castellano de “Devotion”, la palabra que utiliza la Euroliga para conectar con el aficionado. En mi opinión, es una palabra muy bien elegida. Me gusta la leyenda, me gusta el himno, me gusta la competición en sí. En fin, que me gusta todo… menos el nombre. Para mí fue, es y será siempre la COPA DE EUROPA.


Cuando era pequeño soñaba con hacer por la radio partidos de la Copa de Europa de baloncesto. Aquel era un sueño lejano que hace poco se convirtió en realidad. Durante la última temporada he podido visitar pabellones que para mí constituían una leyenda lejana, como esas que te cuentan en algunas películas y que uno sale del cine pensando que son inalcanzables. El OAKA, La Mano de Elías (es que mi “Nokia” últimamente me da problemas), La Paz y la Amistad (con bengalas incluidas) son recintos en los que narrar un partido de este maravilloso deporte es como terminar un acto sexual con la medalla de oro en el cuello. Inefable. Mágico. A ver si hay suerte y este año cae la Sala Pionir… aunque viendo como se las gastaron los serbios en Génova…

 

Comienza otra Copa de Europa apasionante. Suelo acertar entre 3 y 4 signos en la quiniela, pero como soy un tipo “chuleta” a la par que temerario, allá van mis pronósticos:

  • Cuatro favoritos por delante de los demás: Barcelona, Olympiacos, Real Madrid y Maccabi.
  • Suspiro por ver a jugadores como Sergio Rodríguez (debutante en esta competición), Marko Keselj (Olympiacos), Eliyahu (otra vez en su casa), Trajan Langdon, Navarro (me pongo de pie), Roko Leni Ukic (Fenerbahce Ulker) o Jan Vesely (checo del Partizan, ojo con este jugador).
  • La guinda sería el “rumoreado” fichaje del eterno Jasikevicius por el Lietuvos Rytas.
  • Me gustaría que la revelación fuera el Spirou Basket de Bélgica (Demond Mallet, Joseph Gomis y Justin Hamilton + el famoso “Spirou”, un dibujo animado que me encanta).
  • ¿Estoy muy loco si digo que el “pufo” puede ser otra vez el Panathinaikos?

En fin: tiro a la basura este texto porque no me quiero deprimir cuando lo lea en mayo y constate que sigo siendo un verdadero “engañifas”. Eso sí: ¡“Devotion” para todos!