El otro día hablábamos de que el FC Barcelona Lassa es como el Misterioso Caso del Dr.Jekyll y Mr Hyde, es decir un solo equipo, pero con dos cares total y diametralmente contrapuestas.

Y lo cierto es que esta semana pasada, tan complicada, hemos visto de nuevo esas dos caras, y quizás mas marcadas que otras veces, pero con una ventaja, ya que ha aparecido mucho mas la cara Jekyll (victorias contra el Madrid y el Valencia por partida doble) que la Hyde (ridículo contra el Brose tras mostrar un primer cuarto sublime, algo que quizás hace aun mas sangrante la victoria contra el equipo teutón).

En psiquiatría este estado podría definirse como bipolaridad, en trastorno bipolar o como antes se denominaba psicosis maniaco-depresiva, que se caracterizan por una montaña rusa de emociones, con fluctuaciones notorias del humor, el pensamiento y el comportamiento.

En el Barça Lassa ese comportamiento es evidente, esa psicosis maniaco-depresiva ese trastorno bipolar viene claramente marcado por momentos de un juego rápido, brillante, efectivo, divertido, fundado en una defensa que en momentos raya casi la perfección con otros en que se borra sin motivo la sonrisa, y se pasa a no ser capaces de defender ni la mas sencilla de las opciones.

Momentos en que la imagen es de desconcierto, de inseguridad, de desolación ya que ves que es un quiero y no puedo…y lo peor lo ves tras ver un cuarto antes un equipo que simplemente ha triturado a su rival, y sin explicación plausible…pasa a ser él el triturado.

En psiquiatría el trastorno bipolar se trata con una combinación de 2 fármacos, un antipsicótico y un antidepresivo.

Los antipsicóticos son un grupo de psicofármacos que actúan sobre la serotonina, en concreto sobre los receptores de la misma, que es una sustancia que transmite las señales entre las neuronas.

En el Barça ese antipsicótico no se llama ni palmitato de paliperidon, ni ziprasidon, ni aripiprazol ni lloperidona, en el Barcelona el antipsicótico se llama defensa, porque cuando el equipo se toma la pastilla de la defensa, la conexión neuronal se activa.

Esa activación provoca un aumento del rendimiento general, provoca por un lado la conexión del equipo consigo mismo, y eso hace que consiga cosas como que un equipazo como es Valencia se llegue a comer 2 o 3 posesiones sin conseguir ni tirar.

Esa conexión consigue que se colapse la ofensiva de equipos de primer orden como son  por ejemplo el Oly pero sobre todo se consiguen dos conexiones más, a la par igual de importantes ya que por un lado se conecta al equipo con la grada, que agradece el esfuerzo defensivo (personalmente me maravilla ver como jugadores habitualmente acusados de indolentes atrás se parten la cara atrás y sobre todo se pegan como jabatos (ejemplo el duelo Dubi vs Tomic de estos dos partidos contra el Valencia ha sido maravilloso, con ambos dándose estopa de la buena) y después que conecta al equipo en ataque.

Lo conecta en ataque porque esa defensa crea por un lado la posibilidad de salir rápido, con Hanga o algún otro exterior saliendo rápido o cortando balones y consiguiendo canastas sencillas, unas canastas que ejercen la misma función que ejerce el antidepresivo en el tratamiento del trastorno bipolar.

El antidepresivo, la pastillita de la risa, es ese medicamento psicotrópico que ayuda a superar los momentos de ansiedad, esas canastas fáciles en contraataque son chutes de alaproclate, de citalopram de fluvoxamina, inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina y hacen que esos momentos bajos, se diluyan.

Cuando se combinan esos dos fármacos, el antipsicótico y el antidepresivo, es decir la defensa y las canastas fáciles eso provoca un estado de euforia, un estado en que el equipo conecta consigo mismo y con la grada.

Y esa conexión, simplemente nos lleva a otro nivel, un nivel en que el equipo puede competir con cualquier rival, un nivel en que el equipo puede ganar a cualquier rival sea quien sea, y que hace que la sonrisa se vea tanto en la pista como en la grada.

El problema es que los efectos de estas pastillas no son eternos, y la gestión de esos momentos mas bajos, es mejorable, como en todo ataque bipolar, lo bueno se puede transformar en malo…sin saber por qué.

Un cambio mal hecho, un balón perdido de forma tonta, incluso un par de buenas defensas pero que acaban con canasta rival pueden dar paso a un momento de bajón, y el problema es que un momento de bajón es una caída desde un precipicio.

La prueba mas reciente la tenemos contra Brose que tras un primer cuarto impresionante, se cayo en la desidia y se acabo pagando con el caro precio de una derrota inesperada e inesperable.

Todo y así en los partidos contra Valencia, nuestro Dr. Jekyll y Mr. Hyde, nuestro paciente con trastorno bipolar, ha hecho un salto hacia adelante, un salto que ha permitido ver que la cosa como mínimo apunta bien.

Contra Valencia en el primer partido, bordándolo en defensa y ataque hubo un momento de bache ofensivo, pero un bache que fue simplemente por cansancio, falta de ideas, o falta de conocerse aun lo suficiente, algo que lo diferencia del día del Brose, que vino provocado por no acordarse de tomar la pastilla de la defensa.

En sobre todo los partidos ante los “Che” se vio que cuando en ataque no se estaba tan fino, aun se podía confiar en el antidepresivo defensivo, el equipo no bajo o, mejor dicho, si bajo el culo, y apretó los dientes atrás, consiguiendo con el paso de los minutos, volver a conectarse en ataque.

La verdad es que en el Barça esta mejora atrás ha sido importante, y sobre todo ha sumado jugadores a la causa, personalmente me encanta ver a jugadores poco avezados a defender partirse la cara e intentarlo, y eso el publico blaugrana lo premia (ejemplo el sentarse Tomic entre aplausos en un partido en que en ataque no estuvo fino pero que venia de romperse la cara atrás contra un enorme Dubi).

Otro que se ha sumado ha sido un cuestionado Phil Pressey, que ha subido no uno sino varios su intensidad defensiva, y eso ha hecho que en ataque juegue mucho mas tranquilo y a la vez eso sume en su efectividad, jugando y haciendo jugar a sus compañeros, ojo sigue tomando decisiones…alocadas, y haciendo tiros mal seleccionados, pero cada vez es menos alocado y cada vez hay menos tiros mal seleccionados.

La receta la fórmula mágica blaugrana, el antipsicótico y el antidepresivo blaugrana tiene un nombre, defensa y concentración, algo que provoca fluidez en las conexiones neuronales del equipo y que hace que el juego del mismo sea fluido, divertido y que provoque la conexión neuronal con el público, un público que con que le des un poco, se suma, anima y ayuda al equipo con sus canticos y su ánimo.

Veremos si el paciente sigue con su evolución, veremos si el paciente consigue dejar atrás ese trastorno bipolar, ese ser Dr. Jekyll un rato y ser Mr.Hyde otro rato, de momento parece que poco a poco, la medicación va haciendo efecto, esa medicación a base de defensa que hace que el equipo se conecte, se concentre y que con él la grada disfrute y quizás con suerte, en un tiempo relativamente breve, podamos olvidarnos de Mr Hyde y recordarlo solo como un mal recuerdo.

NOTA ACLARATORIA

Tras el articulo quisiera hacer una pequeña aclaración, el trastorno bipolar también conocido como trastorno afectivo bipolar es una enfermedad que provoca trastornos de ánimo, fluctuaciones notorias en el humor, pensamiento, comportamiento, en la energía y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria, por desgracia hay cierta tendencia a confundirlo con el trastorno de identidad disociativa, un trastorno de origen esquizoide que provoca que en una misma persona convivan diferentes identidades o personalidades, agradecer a la persona que me ha hecho ver la diferencia.

 

Artículo escrito por Jordi Perramón Xinxola en twitter: @guguseti

Culpable de cosas como www.pivotworld9.com

del blog www.cosasdejordi.com

Corresponsal de www.fiebrebaloncesto.com para el FC.Barcelona 

Creador del podcast Flagrant Foul