El espíritu del «Fuenla» y la grave lesión de Sené

blogs-iconoacb-icono

El Baloncesto Fuenlabrada es un equipo que inspira simpatía y admiración al común de los aficionados al baloncesto. Simpatía por la intensidad con la que vive su hinchada los partidos y admiración porque el trabajo de planificación y gestión de recursos de la entidad naranja es ejemplar, máxime habida cuenta de su limitación de presupuesto, acrecentada en el último año y medio por la falta de un patrocinador principal. Pablo Lázaro Villar descuelga su admiración por el club ‘lanzadera’ (de sueños hechos realidad y de jugadores importantes) con un artículo cargado de precisión y elegancia. La victoria del cuadro madrileño sobre el Valencia (69-76) este sábado abre los sueños de Copa (los pone muy cerca) para la entidad fuenlabreña y reafirma la vigencia de las palabras de Lázaro, que se gana las habicuelas como fisioterapeuta y nos explica con didactismo de primera las claves de la lesión de ‘Mou’ Sené.

***

El espíritu del «Fuenla» y la grave lesión de Sené

Pablo Lázaro Villar

14.enero.2012

120114_blanco

Saúl Blanco ha vuelto al lugar en el que se hizo importante, con unos números que reafirman su calidad y están ayudando mucho al cuadro naranja. Autor y fuente de foto: Fran Martínez , baloncestofuenlabrada.com


Es admirable la capacidad de superación del Baloncesto Fuenlabrada, un equipo, un grupo, un club nacido para sufrir…y para ganar. Duele ver la camiseta vacía de patrocinadores, es cierto que corren tiempos difíciles, pero el equipo del sur de la capital es un valor seguro para aquellos que quieran invertir. Será difícil encontrarlo, pero más difícil será dar con un equipo tan fiable como este, que temporada tras temporada aporta noticias, espectáculo y espíritu de lucha como el que más.

 

La política de club es ejemplar, forma jugadores y ficha a promesas que generalmente dan el salto a grandes clubes. Se trata del mejor escaparate del baloncesto español y uno de los mejores del panorama europeo para aquellos jugadores y entrenadores que quieren destacar. No se nos olvidan nombres como Marko Tomas, Oleson, Batista, Valters, Ayón o Biyombo, todos ellos actualmente en grandes equipos; sin olvidar por supuesto a los nacionales Salva Guardia (emblema junto a Perasovic), Rabaseda o el retorno de Saúl Blanco, por nombrar sólo a algunos.

 

Cada verano es una incógnita, pero cada final de temporada es un éxito. Las casualidades aquí no existen, mandan los hechos, la realidad permanente del trabajo y el conocimiento del deporte de la canasta en todos sus niveles. El fichaje estrella de esta temporada fue Kirk Penney, segundo máximo anotador del último Mundial de Turquía 2010.

 

Acompañado por Gustavo Ayón y Leo Mainoldi, parecían formar un grupo de garantías que aseguraba alegrías a la afición, aunque la NBA se interpuso y se llevó al “center” mejicano calcando la operación realizada por el Caja Laboral un año atrás con Esteban Batista: un “kilo” a las arcas y a buscar refuerzos. A la par, el tiempo dio la razón a quienes en su día estuvieron firmes ante el “caso Biyombo” y Santa Claus trajo consigo otro millón más por la venta de Bismack a los Bobcats.

 

Parecía una situación límite, momento clave de la temporada y se quedaban sin el mejor jugador de la Liga Endesa. Pero la experiencia es un grado y de eso saben mucho en Fuenlabrada. Así, se le dio la responsabilidad a “Mou” Saer Sené, que rápido convenció y empezó a hacer olvidar a sus tres predecesores en la pintura, augurando un buen 2012 en el Fernando Martín. Pero la desgracia se cebó con el gigante senegalés y horas antes del partido de Eurochallenge del pasado martes nuestros compañeros de Onda Madrid nos adelantaban la peor de las noticias: Sené se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y decía adiós a la temporada.

 

La lesión es de las más graves que puede sufrir un deportista y más tratándose de un jugador de baloncesto. Raül López es el antecedente más conocido, que lo sufrió además por partida doble, primero como jugador del Real Madrid en 2001 y luego ya perteneciendo a los Jazz, durante la preparación del Mundial de Indianápolis 2002.

 

Pero hay una diferencia importante: Sené mide 2,11 y pesa 109 Kg, mientras que Raül tiene 1,82 m. de altura y 30 Kg menos. Hay que preparar muy bien esa rodilla para soportar una carga tal. La recuperación de Sené va a ser complicada, lo único positivo es que hasta octubre no comenzará una nueva temporada y tendrá todo el verano para apurar su recuperación. Quirófano, fisioterapia, muchas ganas y fuerza de voluntad es la receta para que volvamos a ver al pívot que ha despuntado estas últimas semanas. De momento, en los despachos se han puesto manos a la obra y han traído a Saúl Blanco, Robert Joseph y confirmado el ex-NBA Mike Hall. De momento, los dos primeros se marcaron un partidazo el martes.

 



*No olvides puntuar este artículo (en la cabecera) y hacer un «+1 Google» (a continuación) para publicitarlo. Nos será de gran ayuda tu opinión. Gracias 🙂