El paso adelante del Mirlo Blanco

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Aquel joven casi adolescente del que la mayoría de nosotros empezó a oír hablar a raíz de aquel torneo junior de Hospitalet de 2008  en el que firmó 84 puntos de valoración, y que pasó a convertirse desde entonces en la última gran esperanza madridista canterana, se enfrenta al año de su reválida, la temporada en la que debe dar un paso al frente y eclosionar en ese ‘crack’ europeo que esperamos.

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El paso adelante del Mirlo Blanco

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Daniel Molina

6.febrero.2013

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Llega la hora de Nikola Mirotic (Montenegro, 11 de Febrero 1991), la hora del ‘Mirlo Blanco’. Fuente de foto: marca.com


Llega la hora de Nikola Mirotic (Montenegro, 11 de Febrero 1991), la hora del ‘Mirlo Blanco’.


Aquel joven casi adolescente del que la mayoría de nosotros empezó a oír hablar a raíz de aquel torneo junior de Hospitalet de 2008 en el que firmó 84 puntos de valoración, y que pasó a convertirse desde entonces en la última gran esperanza madridista canterana, se enfrenta al año de su reválida, la temporada en la que debe dar un paso al frente y eclosionar en ese ‘crack’ europeo que esperamos.


Diría que el gran legado de Ettore Messina fue la apuesta sin condiciones y de fe ilimitada por este jugador que por entonces se incorporaba desde la LEB tras una cesión. Una apuesta de club del italiano, por la cual ya sólo merece un mínimo respeto desde ese sector de la afición que le pitaba el pasado jueves, el sector fácilmente  maleable por esa  prensa deportiva zafia y vendida a amiguismos, que tenemos la desgracia de sufrir como mal menor entre los muchos de los que adolece este país.


Pero no me quiero perder en polémicas, que yo quiero hablar del Mirlo, ese chico en el que yo también tengo fe, y mucha. Tanto que pienso que el máximo éxito del Real Madrid en esta temporada sólo puede venir ligado de  su definitiva consolidación como estrella, de alguna actuación estelar en uno de esos partidos que marcan la línea que separa la gloria del fracaso.


Nikola ha progresado bien y sin pausa, pero aún le falta un paso, ese paso adelante. Hace dos temporadas se consolidó en el equipo de la mano de Messina, y en esa misma la marcha de su mentor pareció afectarle hasta sufrir un peligroso proceso de ‘Garbajosización’1 bajo la dirección de su reemplazo, Lele Molin.


La pasada temporada siguió madurando, pero sin coger esos galones de líder, quizás también por  una gestión no muy acertada del nuevo entrenador, Pablo Laso, que le relegó a un papel secundario en los meses finales.


Y llega esta tercera, la definitiva, tras todo un verano perfeccionando el tiro, entrenando duro, y con el orgullo pelín herido por su no inclusión en la Selección Nacional para los Juegos. Sabe que es su año, y hasta el momento sus números como jugador más valorado del Madrid nos dicen que va por el buen camino, aunque le falta dar un golpe en la mesa en un partido de los grandes, como aquellos en los que nos fascinó contra en Maccabi o el Siena.


La primera oportunidad la tiene en la Copa, pero si no es aquí vendrá después, y más pronto que tarde, no me cabe duda. El Mirlo pasa reválida para entrar en la morada de los más grandes del Real Madrid y de Europa. Y a continuación, por qué no, convertirse en uno de los estandartes de la Selección, debutando con la absoluta en torneo oficial.


Mirlo Mirotic,  todo por llegar.


1Dícese de la conversión de un ala-pívot en una especie de híbrido de alero que evita a toda costa el pisar la zona, limitando todo su juego de ataque al tiro exterior.


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