En busca de la frescura perdida

Cualquier parecido entre el arranque de temporada del Real Madrid 2014/15 con el del curso anterior es pura ficción. Desde las altas instancias del club se promulgó la fijación de un nuevo rumbo, con el objetivo de evitar errores pasados: la tropa caminaría con ritmo fijo y machacón, a prueba de desgastes excesivos, para llegar en apogeo a las citas importantes del camino (con la Final Four de la Euroliga con un arterisco). Gestión de ritmos y leves variaciones estilísticas (con el fichaje de Nocioni encaminado a tal fin), fruncir el ceño y resultar más antipático para los rivales. Problema: esa antipatía ha acabado filtrándose a la propia parroquia merengue, la misma que acudía en masa al Palacio atraída por el estilo impuesto por Laso. Y los rivales tienen pocas noticias de ella…

No vamos a dejarnos llevar por el drama, la situación del Madrid en la parrilla es positiva a estas alturas de campaña (uno de los 4 líderes de la Liga Endesa y quemando etapas en el Viejo Continente). La derrota de ayer en el Palau (donde el equipo no gana en Liga Regular desde 2006) sumó a esas desconexiones defensivas que parecen ya peligrosa seña de identidad del nuevo grupo, un desacierto ofensivo exterior-interior preocupante. Es de esperar que el equipo recupere su frescura con Sergio Rodríguez de vuelta (a 4 minutos quedó reducida la participación ayer de un Chacho mermado) y Rudy en su punto de forma. La vuelta del alero mallorquín a su mejor nivel se espera como agua de mayo, dada su importancia diferencial en ambos lados de la cancha.

 La agresividad de Satoransky desbordó al perímetro visitante. Fuente: acb.com

 

El principal foco de preocupación del cuerpo técnico, además de la señalada y creciente pérdida de sintonía con la grada, debería ser el decepcionante rendimiento de su batería interior. La irregularidad de los gólems merengues la hora de cerrar su aro es una de las claves del bajón defensivo grupal (77,15 puntos encajados de media en la Liga Endesa, únicamente 5 equipos presentan números superiores) y su producción de puntos y rebotes en aro ajeno dista también mucho de lo exigible (salvando aquí a un excepcional Felipe Reyes). Ni el irregular Bouroussis ni el recién llegado Ayón son capaces de imponer sus centímetros y contundencia física en la zona, y Mejri anda más perdido que una piraña en un bidé. Con Slaughter en el papel del Guerrero Número 13, en ropa de calle e informando puntualmente vía Instagram de sus aventuras y desventuras gastronómicas y vitales, se completa el muestrario.

Apenas hemos asistido a ciertos fogonazos (como la victoria 90-70 ante Anadolu Efes) de lo que la tropa de Laso, Mateo y Tabak es capaz de interpretar. Esfuerzos defensivo-ofensivos continuados, eliminando las desconexiones para desperezar de una vez por todas al monstruo blanco. La búsqueda de la frescura perdida continúa, con el coach vitoriano en el papel de un peculiar Indiana Jones patrio.

Las aventuras del nuevo Indiana Jones. Fuente: RealMadrid.com