Entre las manos de Lebron

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Suave, rugoso, deseado, con formas esféricas…Así es el nuevo protagonista de la duodécima narración de baloncesto que Josep Pastells ha cincelado para Fiebre Baloncesto. Un pequeño prodigio de imaginación, humor y lirismo a cargo del escritor gerundense, que en esta ocasión nos propone un viaje al centro mismo de la conciencia del actor protagonista de este deporte.

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Entre las manos de Lebron

Josep Pastells

23.enero.2011

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En un balón de baloncesto descansa la esencia de un deporte practicado por millones de personas por todo el planeta. Josep Pastells nos adentra en la mística de este objeto clave del juego con originalidad y sencillez. Fuente de foto: martinparksandrecreation.com



Otros se quejarán de tener forma esférica. Yo no. Sé muy bien de dónde vengo y para qué sirvo. Conozco mis limitaciones, pero también sé valorar mis cualidades. Cuando estoy en buena forma, si me dejan caer desde una altura de 1,80 metros sobre el parquet alcanzo entre 1,20 y 1,40 metros. No es ninguna tontería: la presión del aire debe ser la idónea cuando se trata de moverse entre las mejores manos, ser propulsado por los brazos más potentes, deseado por los cañoneros más reputados, odiado por los vencidos en el último segundo. Nunca paso desapercibido.

 

Todo lo que hago adquiere una enorme importancia. Entrar, salir, botar, rebotar, superar, taponar, asistir, interceptar… Ninguno de estos verbos tendría sentido sin mí; ni el más grande entre los grandes hubiera llegado a nada sin mi colaboración o la de alguno de mis congéneres. El baloncesto, seamos claros, no existiría sin los balones como yo.

 

Puede que para alguien seamos poca cosa. Una simple cámara de goma alojada en una cubierta de cuero, rugosa por fuera para facilitar el agarre. Pero para mí, sin  duda, somos la pieza esencial del juego, los que decidimos los partidos, los que logramos que este deporte sea de los más dinámicos, los que aceleramos el corazón de jugadores y espectadores. Estoy hablando, por supuesto, de las grandes competiciones que se celebran en el planeta: NBAACB, juegos olímpicos, campeonatos mundiales… Pero nuestra grandeza va mucho más allá de los escenarios de mayor prestigio.

 

También somos los grandes protagonistas en los patios de escuela, en las canchas de barrio, en cualquier sitio donde suene y resuene la palabra baloncesto. Nos quieren las estrellas, nos quieren los niños, a todos les gusta tenernos, mimarnos, hacernos gozar.

 

Soy un simple balón, ¿y qué? He nacido para botar y ser botado, para vibrar y hacer vibrar, para subir y bajar todo el rato. Moverme, moverme, esa es mi tarea, mi destino, mi razón de ser. Puede que mi vida sea efímera, que acabe mis días siendo reciclado para convertirme en vete a saber qué, pero que me quiten lo bailado, que me llamen gordo, que me insulten lo que quieran. Nada importa cuando llevas un buen rato entre las manos de LeBron James.