Equipo, equipo, equipo…

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El Blancos de Rueda ganó su segundo partido en casa merced al buen trabajo colectivo, una sabia dirección desde el banquillo y un espléndido Touré. Jorge Álvarez nos lo explica con emoción, ritmo y lucidez.

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Equipo, equipo, equipo…

Jorge Álvarez

14.noviembre.2011

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Hervé Touré fue amo y señor del partido entre Blancos de Rueda y Joventut, tanto que acabó con 24 puntos y 6 rebotes en su hoja de servicios. Autor de la foto: Marcos Sánchez González (para fiebrebaloncesto.com)


“Equipo, equipo, equipo…“ repetía Gene Hackman a sus jugadores una y otra vez en la mítica “Hoosiers”, como base para el éxito. Y eso mismo debió ser lo que les metió en la cabeza Casimiro a los suyos, como receta para paliar el mal juego de su último partido. Porque la amplia victoria del Blancos de Rueda se cimentó sobre una corta rotación de 8 jugadores, completamente implicados y en la que cada uno sabía exactamente cuál era su papel.


El Blancos de Rueda había planteado el partido como una final y así lo entendieron tanto los jugadores como el público, el cuál sólo se permitió la licencia de aplaudir a Van Lacke y a Báez en su regreso al Pisuerga, para pasar luego a animar a su equipo y disfrutar de un deporte MAYORITARIO, a la altura de cualquier otro, aunque algunos no se enteren.


Por el contrario, el Joventut llegó tarde al partido. Cuando se dio cuenta de que el Blancos iba en serio y que sería un partido en el que cada balón habría que lucharlo como si fuera la última posesión, ya había finalizado el primer cuarto y perdía 27-10, con 10 puntos de Touré y 8 de Seawright. Una losa que no sería ya capaz de levantar, pese a las continuas rotaciones de Maldonado.

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Imparable bajo los aros y un sprinter cuando los encara. Hervé Touré acabó con 32 de valoración, registro que le distingue, junto a Rafa Hettsmainer, como el jugador más valioso de la séptima jornada. Autor de la foto: Marcos Sánchez González (parafiebrebaloncesto.com)


Durante todo el encuentro, la Penya estuvo intentando la remontada, a base de arreones individuales de Obahosan (11 puntos en el segundo cuarto), Eyenga (9 puntos en el último cuarto) y la constancia de Báez, a la postre el mejor jugador del equipo visitante, con 20 puntos, 9 rebotes y 25 de valoración.


Pero cada uno de esos arreones era detenido inmediatamente por un tiempo muerto de Casimiro. Volvía a repetir el mantra: “equipo, equipo…” y su equipo recuperaba el control del partido. Uriz e Isaac López salían para intensificar la defensa y en ataque, cuando no aparecía Robinson con su infalible tiro de 5 metros, lo hacía Diego García con sus penetraciones imposibles.


Dumas llevaba el partido al ritmo que más le convenía a los suyos y alimentaba con 8 asistencias a sus compañeros, en especial al baluarte ofensivo de este equipo, Hervé Touré. Más concentrado durante todo el partido que en ocasiones anteriores, su duelo con Báez fue de lo más bonito del encuentro. Finalizó el encuentro con 24 puntos, 6 rebotes y 3 tapones para lograr 32 de valoración.   

  

Finalizó el partido con una ventaja para el Blancos de 19 puntos (86-67) y el público disfrutó de su equipo. Un equipo que, recuperada su identidad de lucha y trabajo en cada lance del encuentro, tiene dos frentes abiertos: por un lado tratar de llevar su buen juego en casa a los partidos fuera de Pisuerga; y para ello tiene una muy buena oportunidad el próximo Jueves en Zaragoza, donde jugará su partido aplazado ante un rival directo, el CAI. Y por otro lado tiene que cerrar su plantilla para lograr una rotación más amplia, ya que en la liga Endesa cada partido supone un gran desgaste. Bagaric está con pie y medio fuera del equipo y el equipo necesita centímetros bajo los tableros. La situación de Umeh no es tan crítica como la de Bagaric, pero también se debe cerrar en breve para que pueda incorporarse por completo a la dinámica del equipo. 

 

La Penya venía de jugar un gran partido ante el Barça, pero en Valladolid no ha dado la talla. Es éste un Joventut un tanto desconocido, porque no cuenta en su plantilla con tantos jugadores de cantera como en años anteriores. Tan sólo tuvieron minutos Bassat y Llovet. Como decía posteriormente su entrenador, no acaban de cerrar la plantilla y entre lesionados y nuevas incorporaciones en cada partido hay un debut y así es difícil lograr continuidad.

 



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