Espejismo y realidad
El CB Valladolid se hunde ante el Estudiantes y asume que no dá más de sí. Muy mala imagen, sin actitud ni aptitud frente a un Estudiantes que fue todo lo contrario. Hambre y juego colectivo. Todo ello junto con una gran afición puede hacerle llegar a los puestos de salvación de la tabla. [Estadísticas]
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Espejismo y realidad
Jorge Álvarez
Fotos: Marcos Sánchez González
17.febrero.2014
Slokar y Dejan Ivanov, gente alta con calidad y que aporta buenos puntos. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Gran entrada en Pisuerga para ver el choque entre colistas. La afición local algo esperanzada tras el buen partido del equipo local contra el Real Madrid y animada desde la directiva con la entrega de entradas para la cantera. Y es que tanto Casas como los aficionados sabían que éste era el partido que podía marcar un punto de inflexión. Y realmente así ha sido. El partido ante el líder fue un gran espejismo. Derrota en todos los ámbitos. Una defensa endeble, un ataque desorganizado y sobre todo una falta de actitud en muchos jugadores, que contrasta claramente con la que tuvieron en el partido anterior contra el Madrid. Y es que el escaparate era otro. Eso es lo que tiene traer a jugadores de medio pelo cuyo fin es mostrarse para irse a mejores lugares.
è Foto 2) 02-RoweHaritopoulos.jpg: “Seguimos igual que antes del parón de la copa: Rowe, consume la posesión y se la tira (sigue sin defender «ni un pijo»). Haritopoulos, garra, puntos, pundonor, pero cuando se le sustituye, es como si no hubiese nadie por dentro. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
El Estudiantes sí que entendió bien lo que significaba este partido. Desde el comienzo, salió a morder en defensa mientras en ataque abusaba una y otra vez del pick&roll ante la inoperancia defensiva de los pivots pucelanos. Ivanov y Slokar eran claramente superiores a Haritopoulos y sobre todo a un apático Cvetinovic. Miso marcaba el tiempo del partido, haciendo jugar e incluso anotando cuando le apetecía, ya que Rowe no entiende lo que significa la palabra defender. Sin apenas esfuerzo, el Estudiantes ya se hizo con una cómoda ventaja al final del primer cuarto (11-25).
Miso de base, da tranquilidad y control a su equipo (la sabiduría que da la edad). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
En el segundo cuarto, Casas ordenó una defensa alterna, de zona 2-3 e individual, tratando de romper el ritmo estudiantil y meter a su equipo en el partido. Pero ni con esas. El Estudiantes continuó con su juego de equipo, buscando siempre el pase extra y, si en el primer cuarto habían sido lo pivots los protagonistas, en este segundo tomó el relevo anotador Kuric. Por el Valladolid continuaba el ataque sin pies ni cabeza. Diez pérdidas de balón ante las ganas sin acierto de algunos de sus jugadores y el poco acierto y las pocas ganas de otros. Al descanso, el partido estaba sentenciado: 23-41.
¡Yo, contra el mundo! Demasiadas jugadas a final de posesión, sin saber que hacer con el balón, terminan en penetración contra todo y contra todos (Iván Martínez). Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
A la salida del vestuario, el CB Valladolid ya salió rendido. La diferencia no hizo más que aumentar (llegó a ser de 33 puntos) y el Estudiantes pudo rotar a todos sus jugadores. Toda la plantilla anotó y si no hizo más sangre fue porque Txus Vidorreta no quiso. Por el equipo local sólo maquilló sus números un buen jugador, que probablemente sí le haya salido bien el escaparate ACB y al final de la temporada se haya ganado un contrato en un equipo medio que necesite un tirador, Danilo Andusic (17 puntos).
Danilo Andüsic escolta tirador y penetrador. En este Pucela, no basta sólo eso. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Todo el tercer y último cuarto sólo sirvió para tímidos pitidos del público local a su equipo, apagados por la ruidosa afición del Estudiantes, una vez más muy numerosa, animando incansable a su equipo, pero sabiendo también aplaudir a la cantera vallisoletana. Al final del partido, hicieron regresar a los jugadores a la cancha para aplaudirles y animarles a seguir luchando por la permanencia.
Una de las mejores aficiones de toda la península, no pararon de animar a su equipo, a la cantera del Valladolid y al Pucela ¡Demencia!. Fuente de foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Al final, victoria por 30 puntos del Estudiantes que deja tocado y hundido al CB Valladolid. Tan tocado y hundido como su entrenador, Ricard Casas, quien en rueda de prensa posterior asumía su incapacidad para revertir la mala marcha del equipo, admitiendo que él no puede dar más. Ha puesto su cargo a disposición del club y se decidirá en unas horas sobre su continuidad. Si no lo hace, ¿quién se atreverá a coger esta patata caliente?
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