¿A qué juegan los Lakers?: desmontando al equipo de Mike Brown.

blogs-icononba-icono

Los Angeles Lakers son a la NBA lo que el Barcelona es a nuestra liga y el baloncesto europeo: la mayor leyenda ganadora de los dos últimos decenios. Juan Luis Barbero compone para Fiebre un riguroso y lúcido análisis sobre las fortalezas, debilidades y márgenes de mejora que ofrecen los Lakers 2011-12, un equipo cargado de potencial en sus actores principales, que para este curso se ha encomendado a un moralista de la defensa como Mike Brown, que ya en 2009 estuvo a punto de guiar a ‘King James’ en la consecución de su primer anillo…

***

¿A qué juegan los Lakers?: desmontando al equipo de Mike Brown.

Juan Luis Barbero

25.enero.2012

120125_lal

Pie de página de la foto: Bryant y Pau, guías en la procelosa travesía angelina. Fuente de foto: nba.com


Tras la eliminación a cargo de los Dallas Mavericks en los playoffs de 2011 (con un humillante sweep-barrido en nuestro idioma), los últimos tiempos han sido extraordinariamente convulsos en la franquicia púrpura y oro. En esa dinámica agitada, cabe consignar la retirada de Phil Jackson, la llegada de Mr Buss Jr sustituyendo a su padre, los fallidos intentos de lograr a Paul y Howard que acabaron con Odom en Dallas y Gasol visiblemente descontento… Pero la realidad es la que es: los Lakers, bajo la batuta del Entrenador del Año en 2009 , tienen que andar su camino y llegar hasta donde puedan con los mimbres de que disponen. A continuación, vamos a tratar de analizar dichos mimbres.

Para empezar, el cambio en el mando de la tropa es muy significativo. Ya en el discurso de su presentación, coach Brown dejaba meridianamente clara su piedra angular para cualquiera que no tuviera el gusto de conocerle: DEFENSA. Todo parte de la coordinación atrás, de la motivación y la suma de esfuerzos en cancha propia. Estadísticamente, la cosa funciona en este apartado: los Lakers encajan 90.5 puntos por partido, un gran bagaje aunque con algo de trampa, ya que en esta temporada tan comprimida los marcadores groseramente bajos están siendo el pan nuestro de cada día. Con todo, el equipo aprueba en esta asignatura; otra cosa es la fase ofensiva…

En ataque, los angelinos no llegan a los 93 puntos por noche, siendo su primera y segunda arma Kobe Bryant. El extraordinario escolta está por encima de los 30 puntos por partido, con aceptables porcentajes de tiro. La cantinela del egoísmo de Bryant vuelve a sonar entre sus detractores, pero lo cierto es que la ayuda prestada hasta ahora por el que debería ser segundo espada del equipo está por debajo de lo exigible. 

Todos queremos mucho a Pau y entendemos que esté a disgusto con la franquicia pero también todos (él el primero) conocemos el negocio: los jugadores NBA son mercancía pero a cambio cobran hasta el último dólar de sus contratos, independientemente del lugar en el que desempeñen su trabajo. Por tanto, pasado el desconcierto inicial, Gasol está obligado a subir su nivel de juego para asegurar la plaza del equipo en postemporada. Dicho ésto, no toda la culpa de sus números en ataque puede caer sobre el de Sant Boi: el nuevo entrenador, perdido como se encuentra en la organización del ataque, pide al Nº16 que juegue mucho tiempo lejos del aro; desde luego muchísimo más de lo recomendable. Pau es un jugador de enorme calidad, con un rango de acción que incluye tiros de 6 metros como opción ocasional, pero donde hace daño de verdad es cerca del aro…No tirando de 3 como un alero. Si Brown logra identificar este problema aparentemente obvio, el equipo ganará 3 puntos por partido con total seguridad.

¿Y el resto de la tropa qué? Más allá de Andrew Bynum (notable inicio de temporada el del pívot) el roster se asemeja a un erial: Metta World Peace (el artista anteriormente conocido como Ron Artest) no aporta con consistencia ni en ataque ni, lo que es más preocupante, en defensa. Matt Barnes, jugador que debería ser importantísimo en este equipo, está en una situación parecida a la de su socio en la posición de alero. Derek Fisher, a sus 37 años, no está ya para llevar las riendas, pese a destellos ocasionales como el triple ganador ante Dallas. Blake, cuando no está lesionado, no acaba de dar un paso adelante para suplir digamente al veterano capitán como playmaker. Y más allá de estos 5 jugadores tenemos elementos marginales de la rotación como Kapono, McRoberts , Murphy…De los que no se puede esperar más que ayudas ocasionales y esfuerzo en sus contados minutos de juego.

A día de hoy, la escuadra presenta un balance de 10 victorias por 8 derrotas que le deja en la décima posición de la conferencia oeste. Su penoso rendimiento fuera del Staples Center (una única victoria en 7 partidos, la que conquistaron en Utah, con exhibición de Kobe) es un lastre demasiado grande, letal de mantenerse toda la campaña. 

Sin embargo, soy optimista en cuanto a los Lakers. Con más equilibrio en el juego dentro-fuera (la pareja Pau-Bynum es una arma que ningún otro equipo de la liga posee) y un aumento en las prestaciones de sus treses, el acceso a los playoffs no debería correr peligro. El problema de los bases y la escasa calidad del banquillo (el peor de la NBA en anotación) son debilidades con la que deberán lidiar hasta el final. Para compensarlas, están las fortalezas anteriormente señaladas y el factor Bryant: un tipo que ya es leyenda y cuyo inacabable orgullo deberá empujar a los demás a realizar una digna campaña.

 



*No olvides puntuar este artículo (en la cabecera) y hacer un «+1 Google» (a continuación) para publicitarlo. Nos será de gran ayuda tu opinión. Gracias 🙂