¡Cómo no te voy a querer!

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Una oda al mejor baloncesto, un partido para presumir de nuestro deporte y transmitir el amor que hacia él sentimos, eso es lo que presenciaron ayer los más de 8.000 espectadores que se dieron cita en el Palacio de los Deportes. Real Madrid y Unicaja abrían a la vez la segunda semifinal de la Liga Endesa y la Caja de Pandora.

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¡Cómo no te voy a querer!

Juan Luis Barbero

7.junio.2014

Niko brilla en el partidazo. Fuente de foto: 24segundosenblanco.es

Con Rudy Fernández de vuelta en el quinteto titular, el Madrid abrió el partido sin tensión, desconcertado tal vez por los problemas técnicos con los relojes de posesión del pabellón. Unicaja aprovechó tal concesión y, merced a un extraordinario ejercicio de baloncesto colectivo, endosó a los locales un parcial de 6-17 de inicio. Fran Vázquez gobernaba con suficiencia ambas zonas, hasta que un hiperactivo Mirotic decidió aparecer por todos los rincones de la pista para devolver la igualdad al duelo. El prodigioso libreto de Joan Plaza olvidó momentáneamente la defensa de las esquinas, y Darden castigaría ese error. 20-21 al final del 1er cuarto.


La aparición de Sergio Rodríguez en el segundo acto no serviría a la tropa de Laso para dar el habitual golpe de mando, con los malagüeños recuperando canasta a canasta su ventaja, cargando juego sobre el corpachón de Stimac y el trabajo al poste de Carlos Suárez. De épica de debe calificar la batalla que el ex-alero madridista y su sustituto (aunque Darden y el de Aranjuez coexistieran varios meses en el róster) mantuvieron durante toda la velada, uno de esos detalles que hacen las delicias de los aficionados más exigentes. La brutal aparición en escena de un Calloway on-fire (12 puntos en el segundo cuarto) haría el resto: 41-52 al descanso.

El Madrid necesitaba carácter y energía para remontar, cualidades presentes en el griego Bourousis, pero Unicaja aguantaba en pie los arreones con Granger y Vázquez (17 puntos, 7 rebotes y 2 tapones en la tarjeta global del gallego, 11 puntos y 5 asistencias en la del base uruguayo) como protagonistas. Rudy no encontraba inspiración en el triple, siendo mero espectador del festival desde la larga distancia en que acabó convertido el tercer parcial. El robo de balón culminado en canasta de Sergio Rodríguez cerraba el periodo con 67-68 en el electrónico, y otra acción de carterista del mismo protagonista abría los diez minutos finales. O no…

 

Vázquez castiga el aro merengue. Fuente de foto: ACB Photo / Ángel Martínez


Con Plaza muy enfadado con los árbitros (técnica incluida para el ex-entrenador madridista) y el trío Rudy-Chacho-Llull a los mandos de las operaciones, el partido parecía sentenciado. Un triplazo del genial barbudo colocaba al Madrid con ventaja de 5 puntos, pero los problemas con faltas y una nueva muestra de juego coral de los andaluces (bellísima la jugada grupal ejecutada por Suárez para el 83-83) devolverían la igualdad a la batalla, con Rodríguez comiéndose la última posesión del tiempo reglamentario. Prórroga.

Decíamos en la crónica del último partido ante el CAI que Niko Mirotic parecía haber retornado de ese extraño periodo de asueto personal, iniciado tras el partido contra el Barcelona en la Final Four de Milán. Ayer confirmó tales presagios, decidiendo el tiempo extra a base de talento, triplazos y actitud. Los 7 puntos del ala-pívot montenegrino (16+9 rebotes+2 tapones en el cómputo global) y el esforzado trabajo defensivo de Marcus Slaughter pesarían más que la inspiración ofensiva del cañonero Toolson, y una poderosa penetración a canasta de Rudy Fernández daba a los blancos 4 puntos de ventaja que Unicaja no sería capaz de enjugar, enredándose en los ataques posteros. 98-93 el resultado final de un partidazo, que nos hace relamernos ante las futuras citas de la serie.