Kobe Bryant: la victoria como hábito alimenticio

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Una fiesta cargada de belleza, glamour, espectáculo y…Por qué no, baloncesto. La sesenta edición de los All Star tuvo un desarrollo narrativo acorde con la pomposidad de su nombre. El partido estuvo dominado por la Conferencia Oeste, ganadora absoluta a la postre (148-143). Eso sí, la Conferencia Este, liderada por un sobresaliente Lebron James, estuvo a punto de virar el destino del encuentro con un último cuarto colmado de acierto. Pero no fue suficiente. Enfrente, estaba, entro otros, Pau Gasol para anotar un palmeo providencial (a un tiro de Kobe), cuando sólo restaban 55.5 segundos para el final. Sea como fuere, el encuentro permitió constar dos realidades consolidadas en el universo NBA: por un lado, Kobe Bryant es un competidor extremo, cualidad que le lleva a inflamar lo que hasta hace poco era una fiesta de diletantes estrellas del baloncesto. Por otro, el All Star es un lugar abarrotado de centellas humanas que no tienen piedad a la hora de emprender el camino más animal hacia canasta, con preferencia por colgarse de la base elástica (menos mal) del aro.

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Kobe Bryant: la victoria como hábito alimenticio

Pedro Fernaud

21.febrero.2011

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Sonrisa de ganador. Kobe hizo un trabajo fuera de lo común (37 puntos, 14 rebotes)  para guiar al triunfo a la Conferencia Oeste en la 60 edición del All Star Fuente de foto: acb.com

 



Historia del partido: Bryant y Durant, cuando la anotación es un imperio

Baño de autoestima para los doloridos machos alfa Lakers: Kobe Bryant (que consiguió su cuarto MVP en esta clase de eventos con 37 puntos y 14 rebotes) y Pau Gasol, mejor suplente del partido. El partido hizo honor a su promesa y estuvo repleto de cabriolas y toda clase de jugadas espectaculares. La conferencia Este empezó dispersa, pero gracias a la clase de Rose en la dirección y el poderío en la pintura de Stoudemire, el equipo se mantuvo a flote. La corneta de guerra la tocó Lebron James, que hizo un triple doble que puso en interrogante la victoria de los locales (el partido era en Los Angeles), pero entre la puntería de Durant (¡34 puntos!) y el talento de Gasol para definir en los momentos clave, la victoria se quedó en la soleada California.


Kobe Bryant: cuarto MVP y rozadura al récord anotador del mitológico Wilt Chamberlain.

Kobe hizo de sí mismo en versión salvaje. Sumó su cuarto MVP (los tres anteriores fueron en 2002, 2007 y 2009 –cuando lo compartió con Shaquille O’Neal-) y jugó con la rabia y la necesidad de quien considera la victoria un hábito alimenticio. A veces, desespera por su individualismo. Pero otras, conmueve por la generosidad de su esfuerzo, por su adolescente afán de decirle no a la derrota y, sobre todo, cautiva por la belleza de sus acciones, plenas de potencia, equilibrio y acierto, como el mate que se calzó en la jeta del mismo LeBron. Al final, cumplió su ‘amenaza’ del descanso a los micrófonos de la TNT: “We want to win (queremos ganar)”. Es lo que tiene el instinto de los grandes predadores…


Dos tíos con clase: ‘Durántula’ y ‘King James’

Kevin Durant volvió a demostrar su enorme clase al anotar 34 puntos (7 de 12 en tiros de 2). Su actuación cobra mayor valor si constatamos que el grueso de su anotación llegó en los momentos más comprometidos del encuentro. Por su parte, Lebron James hizo un triple doble (29 puntos, 12 rebotes, 10 asistencias) que causa asombro, puesto que le emparenta con el más grande de todos los tiempos, Michael Jordan, el único que hasta ayer había hecho un triple doble en esta clase de citas. Fue en 1997, pero su majestad aérea exhibió unos números menos esplendentes que los de Chosen One (14, 11, 11). James hizo una segunda parte antológica y demostró que cada vez gestiona con más inteligencia sus megalíticas posibilidades como jugador dominante.


La frase de la noche

Al hilo del apartado anterior, ante la actuación de James, ‘el gordo’ Barkley soltó esta perla: “LeBron es el mejor jugador del mundo en estos momentos”.



La versión más all-star de Pau Gasol

Anoche fue la mejor intervención de Pau en los cuatro partidos de las estrellas en los que ha tomado parte. El hijo predilecto de Sant Boi del Llobregat sumó 17 puntos y 7 rebotes en una actuación marcada por la regularidad. Jugó (y anotó) más que el center titular de su equipo (Tim Duncan). Fue el mejor de todos los suplentes y acabó con la quinta mejor valoración del partido (por detrás, en este orden, de Kobe, James, Durant y Stoudemire). Su palmeo en los últimos compases del encuentro resultó crucial para dar el triunfo a la Conferencia Oeste.

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