La barba de Divac, el cuerpo de un Rodríguez y la genialidad de Petrovic
En el día cumbre, España se expresó con la diversidad y calidad de recursos propia de un equipo de leyenda. Desde mediados de la década pasada (años 95 y 97, Yugoslavia) ninguna selección repetía cetro de manera consecutiva como jerarca europeo. El equipo liderado en esta edición por JC Navarro (MVP del torneo) y Pau Gasol tiene hilo directo con los mejores de la historia.
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La barba de Divac, el cuerpo de un Rodríguez y la genialidad de Petrovic
Pedro Fernaud
18.septiembre.2011
Unión, compromiso, trabajo, talento y fluidez ante los grandes retos delimitan el alma competitiva de España, bicampeona de baloncesto en ‘ el nuevo mundo’ de este deporte Fuente de foto: marca.com
En el día cumbre, España se expresó con la diversidad y calidad de recursos propia de un equipo de leyenda. Desde mediados de la década pasada (años 95 y 97, Yugoslavia) ninguna selección repetía cetro de manera consecutiva como jerarca europeo. El equipo liderado en esta edición por JC Navarro (MVP del torneo) y Pau Gasol tiene hilo directo con los mejores de la historia.
Hubo un tiempo en el que toda una generación de aficionados y jugadores, hablamos de los años 80 y 90, crecimos plastificando en la memoria la genialidad de los jugadores balcánicos (los pases de Kukok, el fanatismo anotador de Petrovic, la clase de Bodiroga, el juego de espaldas de Divac) o de aquellos que se modelaron en la disciplina soviética (la imponente facilidad de Sabonis, las penetraciones de Marchulonis o los tapones de Volkov).
Estos días miles de aficionados y futuras estrellas del baloncesto europeo se han cautivado por este deporte gracias a las sinfonías de juego que han compuesto nuestros jugadores. La final de este domingo respondió a las expectativas y España hilvanó una exhuberancia anotadora que acabó por subyugar a una peleona Francia (98-85).
A la manera de algunos inspirados estudiantes, JM Calderón y Serge Ibaka expresaron lo mejor de su repertorio en el día del gran concierto. Calderón hizo una defensa-pantera con la que, piernas de gato, brazos de mago, indujo una pequeña crisis existencial en Tony Parker, general de la selección gala y mejor base de este Europeo. Tanto fue así que ‘Calde’ fue el mejor ‘ladrón’ del encuentro con 4 robos. Mención especial también para Víctor Sada por su productiva defensa y al seleccionador, Sergio Scariolo, por, esta vez sí, su sabia rotación de banquillo.
No es menos es cierto que Parker no lo hizo nada mal y no se dejó abducir como en el Europeo de Polonia, cuando Ricky y Calde lo minimzaron a su más doméstica expresión. Esta vez jugó con mucha entereza y orgullo, tanto que acabó el partido como segundo máximo anotador del encuentro, con 26 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Pero terminó el envite con el plomo un poco fundido, tras tener que afrontar tantos sobreesfuerzos ante defensas tan pegajosas.
El laurel del mejor artillero correspondió a ‘Amadeuus’ Navarro, que, por tercer partido consecutivo, elevó el baloncesto a las cotas de las bellas artes, con una fluidez en el bote (con él la pelota parece un yo-yó), el tiro y la penetración a canasta que acabaron provocando la admiración del común de los aficionados del Kaunas Arena, que lo despidieron de la cancha con una salva de aplausos y un rumor de presagio: MVP, MVP, MVP.
Para llegar a ese momento, España remó con intensidad en defensa. Sobre todo, a partir del segundo cuarto. Y eso que con los franceses te dejas la cadera al menor descuida, tales son las prestaciones de sus atléticos organismos, que ellos saben exprimir con acierto gracias a un matizado muestrario de fintas de pie y de tiro. Esta vez, el factor diferencial de nuestra retaguardia fue Serge Ibaka, que puso cinco tapones en el lapso de sus primeros ocho minutos en cancha. Es conmovedor el derrocho de recursos de un chico que juega a este deporte con la pasión de un colegial y la fuerza de un león humano.
Así las cosas, España desfiguró el marcador porque tiene más y mejores jugadores y porque además posee una mentalidad que le hace crecerse en las ocasiones especiales, a la manera de aquellos que están hechos con el material de los sueños. Francia nos gustó. Siguen progresando en la faceta mental y táctica-técnica. Tienen a un jugador etiqueta negra llamado Nico Batum que lo borda en las dos orillas del juego y el espíritu guerrero de Noah (8 rebotes), uno de los pocos samurais que hoy día está en condiciones de intimidar en una cancha al gran Lebron James de…La temporada regular.
Pau sufrió un poco su acoso, pero el líder de esta generación tiene la regularidad de los elegidos. En un partido no especialmente memorable, subió a lo más alto del podio con 17 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones. Estuvo bien acompañado en el juego áspero de la pintura por Marc y la versatilidad de Rudy, a que se le fue un poco la cabeza en una fea falta sobre Parker, que se saldó con una anti-deportiva, un pique galo y un parcial a favor de la nación de Francois Triffaut.
El incidente añadió un poco de emoción a una batalla en la que se confirmaron las sospechas de todos. España es hoy día un equipo con marchamo NBA (lo dice el secretario general de la FIBA en Europa y lo confirma Ibaka), con cantidad y calidad de jugones. El mejor de este tiempo en el viejo continente. Ahora le queda adentra su leyenda en el terreno de lo improbable (espera USA, a la vuelta de aquella esquina). Pero eso será el año que viene, en los JJOO de Londres para los que ya están clasificados España, Francia y Gran Bretaña.
Mejor no proyectar y saborear este momento. La genialidad de este campeonato se ha disfrazado en un tipo con trazas de hombre más o menos corriente, sin grandes músculos ni ego hipertrofiado, que dedica sus logros profesionales a sus hijas. Un jugón que gasta la barba de Vlade Divac y la facilidad hipnótica de Drazen Petrovic. Se llama Juan Carlos, se apellida Navarro y dicen que las musas le han concedido un cheque en blanco para que dibuje un relato fascinante llamado memoria colectiva.
Gracias JC por honrar tu talento con buenas dosis de trabajo, confianza y listeza.
Gracias España por convertir los retos en un ‘yo quiero’ y no un ‘yo debo’.
Será la fluidez de una compleja ecuación de talento y valores.
La inspiración que nos inspira para lo cotidiano y lo magno.
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