La carrera de un marine, la mirada de un inconformista

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Paul Davis juega al baloncesto como otros computan en una máquina bancaria. Gestos robóticos, determinación animal y sutileza de diplomático. Así es el juego de este prestidigitador de los movimientos de espalda.

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La carrera de un marine, la mirada de un inconformista

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Pedro Fernaud

3.noviembre.2011

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Paul Davis, una fuerza de la naturaleza que día a día pule sus recursos técnicos y mentalidad competitiva. Fuente de foto: baloncestosevilla.com


Paul Davis juega al baloncesto como otros computan en una máquina bancaria. Gestos robóticos, determinación animal y sutileza de diplomático. Así es el juego de este prestidigitador de los movimientos de espalda.


Paul se puso las botas en el instituto y la universidad. Lugares donde llenaba su reputación de puntos, rebotes y admiraciones. Pero la NBA es cruel con aquellos no incluidos en el club de los virtuosos.


En un tiempo en el que los hombres grandes juegan como bailarines de danza, Paul nos reconcilia con la mecánica del gigante: alto como un faro, torpe como un saurio bípedo y…Conmovedor en su baile con la gravedad.


El señor Davis tiene la ética de un granjero del XIX en los States: trabaja duro, advierte sus limitaciones y cultiva la valentía y paciencia. Por suerte para él, el señor Plaza es un motivador de egos y ha sembrado de desafíos la temporada del pívot que desayuna sol.



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