La matanza de Texas: versión 2012
La saciedad es un mal bastante común entre los dioses del deporte. Gente como Tiger Woods, Kimi Raikonen o José Emilio Amavisca, por buscar ejemplos dispares en cuanto al deporte (golf, fórmula 1 y fútbol, respectivamente) y también en cuanto al grado de legitimidad (vale, también habría que considerar la variable talento) de esa saciedad. De ese estómago lleno, de esa (a veces) inevitable pérdida de la chispa de la ambición (y en consecuencia, del trabajo bien hecho, cuidando cada detalle) versa el magistral artículo, por matizado y por argumentado, de Juan Luis Barbero, nuestro especialista de cabecera de la NBA. En esta pieza, Juan Luis nos desmenuza los principales porqués de la temprana eliminación en playoffs del vigente campeón de la NBA.
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La matanza de Texas: versión 2012
Juan Luis Barbero
10.mayo.2012
Vacaciones anticipadas para Dirk. Fuente: NBA.com
El anillo del año pasado fue un logro épico para los Dallas Mavericks. La franquicia de Mark Cuban llevaba años porfiando por la gloria del anillo, con episodios tan dolorosos cono aquellas finales perdidas ante los Miami Heat en 2006 (tras ponerse 2-0 arriba en la serie) o la eliminación en 1ª ronda del año siguiente ante los Warriors de Baron Davis y Don Nelson. El título tuvo un regusto de justicia para leyendas de la liga como Dirk Nowitzki o Jason Kidd, veteranos a los que les faltaba ese título que coronara sus brillantes trayectorias.
Tras la victoria ante el Big Three de Florida, la sensación de deber cumplido se apoderó de toda la franquicia tejana, desde el personal de taquillas hasta el histriónico mecenas. El trabajo en los despachos se aletargó, afectado también por el omnipresente lock out, y gente diferencial en la aventura del anillo como Tyson Chandler o J.J Barea abandonaron la tropa de Rick Carlisle. Para cubrir tales bajas aterrizaron en Dallas veteranos como Lamar Odom o Vince Carter, con calidad pero pendientes de acoplarse a la dinámica del grupo…incógnitas en suma.
Y la regular season potenció esas señales de dejadez que emanaba la franquicia en pretemporada. Odom nunca llegó a sentirse cómodo en el equipo, en el que aterrizó por despecho ante el trato recibido por parte de los Lakers (de hecho ni llega a participar en los playoffs, tras acuerdo con la gerencia), y Dirk Nowitzki no alcanzó un estado de forma óptimo hasta el mes de Abril, con los playoffs a la vuelta de la esquina. Resultado: 7ª posición en la conferencia y cruce en primera ronda contra los atléticos Oklahoma City Thunder, principales favoritos del Wild West.
Es cierto que el resultado resulta algo engañoso, con 2 primeros partidos muy igualados (para el recuerdo el lanzamiento ganador de Durant en el segundo), pero el final es el que es: el vigente campeón se ha ido de vacaciones a las primeras de cambio…y con un humillante sweep. Buscando ejemplos similares tenemos muy reciente el caso de los Lakers del año pasado: tras ser eliminados precisamente por Dallas en segunda ronda con otro 4-0 sin paliativos, un terremoto se desató sobre la franquicia angelina, con críticas bestiales para todos sus integrantes (incluido Kobe Bryant, con una mano repleta de anillos). En los Mavs no estamos presenciando tal virulencia, contentos como están aún con el éxito de 2011. Diferencias brutales de exigencia entre dos universos radicalmente opuestos.
Con la columna vertebral del equipo (Kidd, Terry, Nowitzki) bien entrada en años, toca comenzar la reconstrucción y reactivar las aspiraciones de la tropa, para crear esa sensación de hambre que aleje la comodidad del roster tejano. Con el bombardero alemán con estatus de intocable (merecidamente ganado), la misión de Cuban y Carlisle no será facil, pero más complicado parecía levantarse tras los golpes del pasado y engarzarse la joya apalabrada por Lebron y Wade el pasado verano. Vientos de cambio en Dallas tras protagonizar, desde el sufrido rol de víctimas, la matanza de texas…versión 2012.
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