Los play off NBA: tiempo de esenciales, donde las mentiras quedan desnudas

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¿Para qué sirve la liga regular? Los 82 partidos que durante seis meses disputan las mejores franquicias de la liga sirven para garantizar la supervivencia de la liga, fidelizar las audiencias, vender producto a escala interior y global y, lo más importante, colocarlos a los equipos en la ronda las posiciones de salida en la lucha por la excelencia. Pero no aporta ninguna evidencia definitiva sobre para quién será la gloria máxima. El despegue de estos play off nos confirma una máxima del baloncesto postmoderno: toda es exuberante fachada hasta que llegan los momentos esenciales.

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Los play off NBA: tiempo de esenciales, donde las mentiras quedan desnudas

Pedro Fernaud

25.abril.2011

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Serge Ibaka está siendo determinante para la amplia ventaja que han adquirido los Thunder en su eliminatoria con los Nuggets (3-0) Fuente de foto: nba.com



Hubo un tiempo durante la década de los 60, 70 y 80, en el que los mejores equipos de la NBA gobernaban de punta a punta la competición. Pero esa tendencia honorable en el esfuerzo hace tiempo que dejó de tener sentido en un mundo que hoy día tiene más de circo y de fachada que de competición real. En estos tiempos la temporada regular sirve para que los equipos engrasen sus estructuras, muchas ciudades tengan su templo de baloncesto supremo, algunas promesas afilen las cualidades de su juego y un ciudadano cualquiera devore perritos calientes mientras se deja cautivar un rato por las excelencias plásticas de unos atletas que disfrutan haciendo de este juego un continuo malabarismo.

 

Es bonito para la vista, pero a veces algo aburrido para los paladares más viajados. Por suerte los aficionados al baloncesto más elaborado y grupal, gente que ve los partidos desde la antigua Yugoslavia; Italia, España o Nueva York saben que todavía pueden contar con los play offs, esa fase donde ya no caben las mentiras ni el artificio.

 

Ese tramo decisivo de la liga en la que los Chicago Bulls está reafirmando su condición de escuadra con mejor balance del tramo regular. Los toros que un día guió Michael Jeffrey Jordan han encontrado un nuevo mesías: Derrik Rose, que está haciendo una serie superlativa para avasallar a los Indiana Pacers (1-3). Rose no está precisamente solo. Cuenta con el entramado defensivo que ha transplantado a este equipo su nuevo técnico, Tom Thibodeau, y el notable rendimiento de Carlos Boozer, que parece estar viviendo una segunda juventud en el equipo de la ciudad de los rascacielos.

 

Los play off están siendo especialmente interesantes (y sorpresivos) en la costa oeste, donde los Memphis Greezlies octavos de conferencia están sorprendiendo a los San Antonio Spurs, líderes durante el tramo regular. Los osos de la ciudad de Elvis se han conjurado para que la baja de su jugador en franquicia, OJ Mayo, sea un revulsivo y no una coartada para el victimismo, con actuaciones dominantes de Marc Gasol y Zack Randolph, que están ofreciendo su versión más afilada para subyugar a unos envejecidos Spurs (2-1), que siguen teniendo como mejor argumento ofensivo a Manudona Ginobili.

 

También sorprendente está siendo el equilibrio entre los Pórtland Trail Blaczers (2-2) y los Dallas Mavericks (segundo contra séptimo de la serie regular), con un quinteto titular en el que acapara rendimiento y minutos. Dallas sigue teniendo en  Dirk Nowitzki a su mejor referente para seguir evolucionando. Lo suyo es un continuo día de la marmota (grandes competiciones regulares y tembleque en las fases finales), cuyo círculo vicioso esperan poder romper algún día a base de trabajo, fe y fortalecimiento mental.

 

Por su parte, los Lakers parecían estar encontrando su equilibrio frente a los New Orleans Hornets pero esta madrugada han vuelto a perder (2-2), en una serie en la que estamos viendo la versión más floja de Pau Gasol. El mejor jugador en la historia de nuestro baloncesto está sufriendo los rigores de marcajes dobles y triples.  Pero esas experiencias fastidiadas son las que siempre han hecho crecer al mayor de la saga de los Gasol. Así mismo, la serie nos permite celebrar la resurrección deportiva de Cris Paul, que está reviviendo su versión más depurada, y comprobar cómo gente como Kobe o Fisher siguen preservando su etiqueta negra para este tramo de la liga.

 

Quienes sí están de dulce los Oklahoma Thunder, que están avasallando a los Denver Nuggets (3-0), con la versión más imperial de Durant, Westbrook y el ‘futurible ÑBA’ Serge Ibaka, que aprovechó el tercer partido de la serie para hacer sus mejores números como profesional en Estados Unidos: 22 puntos, 16 rebotes y 4 tapones.

 

Entretanto en la Conferencia Este, sí que reina la lógica del tramo regular. Los Boston Celtics han aplastando a los New York Knicks (4-0) con partidos igualados en los que se impone el mayor fondo de armario de los orgullosos verdes, que tienen como mejor alma en estos play off a su capitán y máximo anotador Paul Pierce.

 

Los Miami Heat también gobiernan con holgura la serie que les enfrenta a Philpadelphia (3-1); Lebron James y Chris Bosh han guardado sus balas más venenosas para este momento del curso. Y Dwane Wade está demostrando que aún padeciendo migrañas (unos dolores espantosos de cabeza) puede ser mejor jugador (y más determinante) que la inmensa mayoría de los competidores de la liga.

 

Lo que sí está siendo sorpresivo en el bloque este es el dominio que Atlanta está ejerciendo sobre Orlando (3-1). Las huestes de ‘Superman Howard’ empezaron tomando el comando de la eliminatoria (1-1) pero luego Atlanta está haciendo valer su solidez defensiva y su baloncesto coral.




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