Morir en la orilla

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No pudo ser. El Asefa Estudiantes perdió la categoría tras un curso lastrado por una mala planificación en la confección de la plantilla y un tramo central de temporada desastroso en cuanto a los gramos de competitividad y amor propio. Una verdadera lástima. Hasta ayer, el Estudiantes, junto al Real Madrid y el Joventut, era el único equipo de nuestro baloncesto que nunca había dejado de vivir en la primera división de nuestro baloncesto. De todos modos, quizá todavía haya una rendija para la esperanza ya que no está claro que los equipos que van a ascender puedan afrontar el aval monetario que se precisa para ser parte de la ACB. Sea como fuere, Juan Luis Barbero nos relata con concisión y estilo lo más granado de un encuentro en el que el UCAM Murcia dio sobradas muestras (acabó imponiéndose 80-86) de por qué merece seguir siendo parte del Planeta ACB. 

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Morir en la orilla

Juan Luis Barbero

7.mayo.2012

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Carlos Jiménez, amarga retirada… Fuente: wordpress.com



Se nos presentaba el domingo una jornada agónica en la zona del descenso. En el Palacio, Asefa Estudiantes y UCAM Murcia se cruzaban en una batalla sin cuartel por mantenerse en la Liga Endesa, con los colegiales pendientes además de los resultados de Blusens Monbus y Mad Croc Fuenlabrada. Y según iban llegando noticias de las otras canchas cada vez se aclaraba más el panorama: salvo durante unos minutos, en los que Blusens se puso por delante del CAI, la única esperanza del Estu fue siempre ganar por más de 13 puntos a los murcianos. 

El comienzo del partido fue espectacular, muy distinto a lo esperable de una cita con los nervios a flor de piel. Los de la C/ Serrano arrancaron masacrando al UCAM desde la línea de 3 puntos. Granger, Kirqsay, Lofton…Un triplazo tras otro para construir un parcial de salida de 12-4.

La reacción del equipo murciano ante el primer evite local fue admirable, lo normal en una plantilla muy superior a la posición clasificatoria del club. Si Asefa quería triples los iba a tener: Douby, Barlow y Udoka no se achicaron en el duelo de pistoleros, y el primer cuarto se convirtió en un bello espectáculo de fuego cruzado. 22-23 al final del periodo inaugural. Las espadas por todo lo alto.

En el segundo, los triples dejaron de entrar y ambos equipos fueron conscientes de la evidencia: los partidos se ganan desde el equilibrio dentro-fuera, casi nunca desde el lanzamiento indiscriminado de triples. Y en la zona de UCAM Murcia impone su ley un tipo diferencial, MVP estadístico de la liga Endesa: James Agustine ejerció su tiranía particular en las pinturas con una colección de puntos y rebotes que viró el partido hacia la batalla en las zonas. Gabriel y Clark daban la réplica al jugador americano, mientras Udoka mostraba su rol de líder en los visitantes, reboteando, asistiendo y hablando constantemente con los árbitros (irritando de paso a la parroquia estudiantil). Al descanso se llegaría con un 49-42 peligroso para los de Óscar Quintana… mitad de los deberes completados por parte de los del Ramiro.

En el tercer cuarto llegaría al oportunidad de la tropa de Poch. Con Lofton tomando la responsabilidad en ataque, el marcador se sitúa en un 57-46 a favor de los locales, muy cerca del milagro. Pero de nuevo se produce la respuesta de los murcianos, muy tranquilos durante toda la tarde. El emparejamiento Barlow-Clark resulta determinante en esos minutos, con el pívot colegial incapaz de defender a un rival más rápido y dinámico. El alero australiano desborda a su defensor para anotar y repartir una asistencia, y sacar de paso a su equipo de un atolladero importante. Ahí comenzaron a morir las esperanzas de los madrileños. Un imperial Andrés Miso (ex-estudiantes) y el juggernaut Augustine tomaron el mando definitivamente para, ante un intrascendente Bullock y un Lofton empeñado en hacer la guerra por su cuenta, culminar la remontada foránea (72-73, parcial de 0-10).

A partir de ahí Estudiantes, consciente de la titánica dificultad de la empresa, fue sucumbiendo poco a poco hasta que el tirador Douby sentenció incluso sus opciones de ganar el partido en los minutos decisivos. Marcador final de 80-86 y drama en el Palacio de los Deportes. La retirada de Carlos Jimenez coincide con el primer descenso de un club histórico, al que todos echaremos de menos el curso que viene en la máxima categoría del baloncesto español. Los murcianos por su parte consolidan la primera fase de un proyecto ambicioso con la permanencia, y con la seguridad de la pasión creciente en la ciudad por su equipo de baloncesto.

Ahora toca trabajar en las oficinas de la C/ Serrano, de cara a edificar el proyecto de Leb Oro y volver lo antes posible a la primera línea, y depurar a la vez responsabilidades de la desastrosa temporada, con Nacho Azofra más en el candelero que nunca. La reacción del equipo en la recta final no ha sido suficiente, y los fichajes y el cambio de entrenador llegaron tal vez demasiado tarde para revertir la situación generada meses atrás.

Hasta pronto Estu.

 



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