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Juan Carlos Navarro y Sergio Rodríguez, “el Chacho”, se enfrentan en la final de la Liga Endesa. Durante las series de semifinales, ambos han sido pieza clave para el triunfo de su equipo. Pero, ¿cómo son realmente estos dos jugadores? Jorge Álvarez nos lo explica con generosas dosis de imaginación y lucidez.

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Mr Fantástico mide sus fuerzas contra Antorcha Humana

Jorge Álvarez

7.junio.2012

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En el primer round de esta fascinante final, el ‘Antorcha’ Rodríguez dejó destellos de su clase, pero los aplausos y la gloria acabaron decantándose por ‘Mr Fantástico’ Navarro. Fuente de foto: ACB Photo



¿Qué me gusta de su juego?

Juan Carlos Navarro es el típico jugador que todo entrenador quiere tener en su equipo. Casi siempre está; pero si no está se le espera y…siempre aparece. Cuando el balón quema es cuando más lo quiere y cuando sus compañeros más lo buscan. Con un físico nada espectacular es capaz de pasar bloqueos, driblar y buscar el hueco para sacar como un rayo su mortífero tiro de tres o, en su defecto, optar por su típica entrada a canasta. Es fiable, inteligente y, además de aportar en ataque, asegura la asfixia de un par de defensas del equipo contrario, que siempre tiene condicionado su quinteto por la presencia o no del francotirador blaugrana.

Si Navarro es fiabilidad, el Chacho es inspiración. Tan capaz de perder un partido él solo como de darle la vuelta a uno que estaba perdido, como en las semifinales del Mundial de Japón contra Argentina. Me gusta mucho su visión del baloncesto como un espectáculo, como un juego con el que se debe divertir el jugador y el espectador. Por eso chocaba con Messina y también por eso ha encontrado su lugar en el mundo con Laso. Con transiciones rápidas y el partido abierto, su creatividad y su visión de juego se expande logrando dinamitar partidos y encorajinar a compañeros y público.


Mi jugada favorita de ambos

Para prácticamente todo el mundo, la jugada característica de Navarro es la que se ha venido a denominar “Bomba”. La entrada a canasta salvando los tapones contrarios al lanzar el balón a cielo del pabellón para que caiga limpiamente sobre la cesta. Sin embargo, mi favorita no es esa. Mi favorita es la que se produce cuando el partido está en su momento decisivo, cuando se trata de meter la última canasta para ganar un partido. El equipo contrario sabe que se la va a jugar Navarro. El público sabe que se la va a jugar Navarro. Los árbitros saben que se la va a jugar Navarro. Y no sólo eso, saben que le van a hacer un bloqueo ciego, que va a atravesar la cancha por debajo de canasta para aparecer al lado contrario y lanzar el triple. Y a pesar de todo ello, es capaz de salir del bloqueo, lanzar el triple y anotarlo.

El Chacho, como decíamos antes, se mueve como pez en el agua en partidos de ida y vuelta. Y dentro de ese ir y venir por la cancha, hay un momento en que Sergio decide parar cuando lo más sencillo es seguir en carrera e intentar la bandeja o la asistencia, y jugarse un tiro a media distancia o un triple. Y lo clava. Esa jugada carga de confianza al propio jugador y desmantela por completo el esfuerzo de transición defensiva del equipo contrario. Doble golpe psicológico.


Kriptonita   

¿Qué o quién puede detener a Juan Carlos? El quién es muy complicado. Cuando lo defiende un alero alto, él es más rápido y lo rompe entrando a canasta. Cuando le ponen un “manos rápidas”, lo carga de personales enseguida. Así que podríamos decir que su kriptonita es su propio cuerpo. Sobre todo esta temporada ha estado lastrado por su dichoso pie, pero también ha tenido problemas de espalda. Y cuando no está bien físicamente su rendimiento baja muchos enteros.

Para Sergio Rodríguez su problema no es su cuerpo, sino sólo una parte de él: su cabeza. Se podría pensar que también tiene problemas para leer las defensas en zona y el juego en estático, pero esa teoría ha sido desmontada por su gran serie de semifinales ante el Caja Laboral, maestro del basket-control. Cuando se le va la cabeza y deja de pensar, da igual que sea un partido de transiciones rápidas o un partido a 50 puntos. Se le va y es muy complicado que vuelva al partido.


¿Cuál es su momento en nuestro baloncesto?

Indudablemente el regreso de Navarro de la NBA a Europa condicionó no sólo la liga ACB sino también la Euroliga. Su presencia tiene un valor incalculable y, pese a que su generación se podría decir que está en el momento de comenzar el declive, todavía es un jugador imprescindible para su equipo y la selección. Sigue siendo determinante, y si alguien no lo piensa así, que le pregunte al Valencia Basket.

El regreso de Sergio Rodríguez de la NBA no tuvo el mismo impacto que el de Navarro. Lleva mucho tiempo buscando su sitio y parece que por fin lo ha encontrado. Puede ser que haya elegido el mejor momento, justo cuando nuestra selección está buscando un sustituto para Ricky en los próximos Juegos Olímpicos. Esta serie final puede ser un punto de inflexión para ver si definitivamente se convierte en referente para el Real Madrid y la selección o se pierde en la lista de las mejores jugadas de los minutos de la basura.


Personaje de ficción

Si tuviéramos que identificar a cada uno de los dos jugadores con un personaje de ficción, yo buscaría entre los 4 Fantásticos:

Navarro sería Mr Fantástico, la inteligencia del grupo unida a unos brazos que parecen alargarse hasta el aro para depositar la pelota limpiamente dentro del aro.

El Chacho sería la Antorcha Humana, impulsivo y puro fuego, capaz de incendiar un partido en cualquier momento.

 



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