Necesita mejorar en finales ajustados

blogs-iconoicono-visceral

El baloncesto es un juego que también puede vivirse como una bendita enfermedad. Daniel Molina pertenece a esa estirpe. Para él, el baloncesto sólo se concibe de blanco o de negro (si su equipo juega fuera de casa). Atinada expresión simbólica de cómo vive nuestro redactor el baloncesto. En estas líneas compone una mirada de absolutos al desarrollo de la temporada del Real Madrid y la adoba con ironía, honestidad y unas ‘sentencias’ que, de tan fieras, se acaba convirtiendo en una colección en dardos de peluche, con maese Laso en el centro de la diana. Es la necesidad que tienen todos los aficionados enamorados de un equipo de pedir lo mejor para los suyos, como si los contextos, los imponderables, las limitaciones de cada persona que integra un grupo o los méritos de las otras escuadras no existieran. Un universo ideal que habría provocado alguna lagrimilla de emoción en Hegel. 

Agárrense fuerte pues a la silla antes de empezar la lectura. Ah, y si tú también eres un aficionado visceral de alguno de los otros 16 equipos ACB (la butaca del Estu ya la ocupa nuestro colega Davide), estaremos encantados de publicar tu misiva-balance de la temporada. 

***

Necesita mejorar en finales ajustados

daniel_molina

Daniel Molina

22.junio.2012

120622_madrid

Un mural de estética Buonarroti de la plantilla del Real Madrid  Fuenmte de foto: realmadrid.com



Tras el disgusto del pasado sábado, llega la hora de hacer balance de una temporada que nuevamente deja más sombras que luces, muy a pesar de que para mucho aficionado una simple Copa de España no les permita ver más allá en lo que debería ser un pausado análisis muy necesario.

Quiero subrayar que más allá de pecar de ventajismo, mis conclusiones de la temporada 2011-2012 no han variado un ápice aun habiendo sido derrotados en la final de la liga por el equipo del Mal, el Seguros Regal, y sólo añade brasas a mi cabreo y decepción.

A pesar de haber reconquistado un título, el sabor general es amargo, toda vez que se ha contado con una plantilla de un nivel que no habíamos visto desde hacía no menos de tres lustros. Talento, juventud y versatilidad de unos chavales que han conformado la mejor plantilla en España, sin lugar a discusión.  Pero el problema comienza cuando el comandante es un entrenador con un bagaje escaso, condiciones más que dudosas más allá de una estrecha relación con el director de la sección madridista, el señor JAS, y una capacidad para adiestrar un bloque para competir al máximo nivel en momentos clave que ya hemos comprobado.  Y todo ello con el dichoso envoltorio del “juego vistoso” para aislar las críticas.

Lo que más frustra es que hemos desperdiciado una ocasión maravillosa para recuperar la hegemonía en España y subir un escalón más en Europa. Porque, no nos engañemos, la Copa es un titulillo que está bien, pero sólo puede servir para coronar temporadas de equipos con perfiles más modestos. Caer en Europa sin llegar ni a cuartos, regalar la primera plaza en liga regular a costa de hacer partidos calamitosos en salidas difíciles y casi regalar esta final de play-offs a una Farsa en absoluta decadencia, es sinónimo de temporada mediocre. E insisto de nuevo, con una plantilla envidiable y con muchísimas posibilidades.
Porque esa gestión del grupo, de roles, esos cambios políticos, esos tiempos muertos de película cómica,  esos porcentajes en tiros libres que sólo se mejoran con entreno severo, esos partidos con ventajas claras que han sido incapaz de gestionarse adecuadamente (¡qué decir ya de esos finales ajustados!), miden el grado de nivel del líder del banquillo, y con ello la dirección que lo trajo, lo respalda, y sufrimos desde hace tiempo.

Para la próxima temporada yo lo tendría muy claro: apuesta por este mismo grupo talentoso llamado a alcanzar altas cotas, con un par de retoques como puedan ser Rodolfo Fernández en lugar de Singler (aunque se esperaba más de él, gracias por los servicios prestados) y un base que complemente, pensando si dar o no redención al ‘Mojo Picón’ tras su recta final. Y en el banquillo una figura a la altura, que sepa guiarles y ayudarles en su progreso. Es mi deseo, irrealizable porque me temo lo que pasará, pero pienso que es el camino correcto. 

Tampoco vamos dar la espalda lo positivo, como ha sido componer un joven grupo de enorme calidad y posibilidades, la vuelta a una cancha de baloncesto de verdad como es el Palacio de los Deportes de Goya, o el momento de ilusionista con Rodolfo e Ibaka que atrajo focos a la sección; pero somos inconformistas, queremos que se haga honor a la historia del Real Madrid de Baloncesto, equipo al que le debo el aprecio  a este deporte.  Y viviéndolo con pasión, porque vivir un deporte sin pasión no es hacerlo de verdad,  nuevamente junto a mis dos compañeros de asiento y amigos la próxima temporada.




*No olvides puntuar este artículo (en la cabecera) y hacer un «+1 Google» (a continuación) para publicitarlo. Nos será de gran ayuda tu opinión. Gracias 🙂