Partido igualado y final de locos
Después de lo vivido el año pasado en Pisuerga entre Blancos de Rueda y Estudiantes: últimas jornadas, uno ya descendido y el otro luchando por salvarse (descenso de ambos y repesca económica al final). Lo de este año es totalmente distinto. La imagen que están dando ambos equipos en el comienzo de campaña es de solidez y recursos variados de los que tirar. [Estadísticas]
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Partido igualado y final de locos
Marcos Sánchez
28.octubre.2012
¡Decíamos ayer…! A Othello Hunter se le esperaba y a la primera lo ha demostrado, completísimo, tanto en defensa como en ataque. 31 de valoración. Foto: Fiebrebaloncesto.com / Marcos Sánchez González
Magnifico espectáculo el disfrutado por los aficionados pucelanos, a los que siempre que juega el “Estu” en Pisuerga acompañan unos animosos seguidores “Dementes”, muestra de lo que cualquier equipo querría tener como afición propia.
Las anotaciones exteriores del Estudiantes con todos aplicados en la tarea de anotar y consiguiendo superar a las defensas del Valladolid, parecían augurar un partido fácil para uno de los equipos que ha arrancado mejor la temporada.
English, Kuric, Granger y Kirsay dan muchas posibilidades de tiro exterior a este Estudiantes. Este último jugó durante todo el partido a sus anchas no consiguiendo acertar con su marca el entrenador del Blancos de Rueda, demostrando que puede jugar (y así lo vimos), casi en cualquier posición en el campo.
En el Blancos de Rueda no funcionaba lo de otros días, ni Tripkovic, ni Sinanovic anotaban o marcaban diferencias (Mohamed no jugó ni un minuto), el papel estaba reservado para los que otros días estaban en papeles secundarios. Gente como Renfroe, David Navarro o Jordi Grimau aguantaron el tirón estudiantil durante buena parte de los primeros dos cuartos. Se turnaban en las penetraciones o en los tiros exteriores, dando un magnifico rendimiento y manteniendo al Blancos de Rueda en el partido en todo momento.
Costaba mucho parar a Germán Gabriel, que cada vez que recibía de espaldas al aro, atacaba a sus defensores (O’Leary, Martín) o cuando se quedaba con jugadores más pequeños en los bloqueos. Terminando siempre sus jugadas interiores con canasta o falta del defensor,
El mismo Germán que no estaba tan acertado como otras veces en sus tiros exteriores (una de sus mejores cualidades como jugador). Esto fue una suerte para el Blancos de Rueda, porque tuvo muchos tiros librados (incluidos varios de tres) que falló durante todo el partido.
El ritmo del partido lo seguían marcando los bases de ambos equipos, con sus asistencias, tantos y cambios de ritmo. Tanto Granger como Renfroe mantenían el ritmo que más convenía a cada equipo. Ahora sí, Renfroe dio lo mejor que se puede esperar de un buen base en la pista: anotación en momentos importantes y sobre todo hacer jugar a sus compañeros.
En los cambios obligados para dar descanso a los bases titulares, tanto Jaime Fernández como Vytenis Cizauskas seguían jugando a lo mismo y nunca se notó si jugaba uno u otro. La diferencia la daban los primeros con su mayor anotación en momentos importantes.
Nacho Martín decidió en bastantes momentos y sobre todo al final del partido, jugar de “Germán” y le salió casi perfecto, ya que anotaba tiros exteriores como si fuese lo que hiciese en todos los partidos. En el último cuarto y en defensa, junto con Hunter, no dejaban rebotes a los hombres altos del Estudiantes y atacaban con la fuerza que en este partido no habían obtenido del gigante Sinanovic.
Como comentó Txus en la rueda de prensa, el juego interior por momentos lo dominaban los hombres altos del Valladolid y eso lo notó Estudiantes, sobre todo al final, en el que los hombres del técnico vasco tuvieron alguna jugada con varias oportunidades de tiro y que fueron falladas o dificultadas por la defensa de esos mismos hombres altos del Valladolid.
El final de un partido tan igualado tenía que ser por fuerza de infarto. Así a falta de cuatro minutos el marcador 68-76 no pintaba nada bien para el Blancos de Rueda, pero los triples de Martín y Renfroe, más las acciones espectaculares de Hunter consiguieron dar la vuelta al marcador.
A 19 segundos y con un 84-81, tuvo tiempo el Estudiantes de igualar el marcador con un tiro de tres, la jugada se preparó en el tiempo muerto pedido por Vidorreta. Sus jugadores la ejecutaron a la perfección pero el tiro no entró, aun así tuvieron otras tres oportunidades más de anotar en los sucesivos rebotes que parecían quemar en las manos. El decisivo rebote lo capturó un Hunter inmenso y el partido se cerró con los únicos dos puntos de tiro libre que metió Tripkovic, hoy desaparecido por completo.
Como dice Natalia, la entrenadora de “alevines” del Blancos de Rueda: “todos los partidos hay que jugarlos y pelearlos, se puede ganar o perder, pero al menos irnos a las duchas con la satisfacción de haber dado todo lo que se podía en la pista”. En este partido, ambos entrenadores tienen que estar satisfechos de ese “dar todo”, porque los dos equipos lo dieron y lo más importante, hicieron disfrutar a todos los que vimos el partido.
Nota final: De las muchas cosas que se ven en la liga ACB, siempre nos ha gustado quedarnos con las novedades que se descubren en cada partido. De cara al futuro hay que remarcar las magníficas cualidades de Lucas Nogueira un muchacho de 20 años y muy alto, que ahora da minutos de descanso a Lamont Barnes y que no tardando mucho, pensamos que se le verá mucho más tiempo en pista, para poner tapones y hacer mates tan espectaculares como los que vimos en el partido de Valladolid.
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