Serge Ibaka: asegurando el futuro de ‘nuestra armada del Siglo XXI’

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Una pantera humana llena de espectáculo e intimidación las zonas de la NBA. Responde al nombre de Serge Ibaka. Es natural del Congo, pero se siente fuertemente vinculado a nuestro país, el sitio donde se modeló como jugador de élite. Hoy día Ibaka es uno de los jugadores más importantes de los Oklahoma Thunder (el equipo de Durant y Westebrook, también la cuarta mejor franquicia del Oeste, justo por detrás de los Lakers) e impresiona por su potencial. Además, fue uno de los actores destacados del pasado fin de semana de las estrellas; primero, con una actuación notable en el partido de rookies y sophomores y luego con una pequeña demostración de fuerza y elasticidad en el concurso de mates. Luis Collantes echa mano de su proverbial labia para explicarnos con sentido y detalle los rasgos (y peripecia profesional) que definen a este prodigio de la intimidación y el rebote, cuyo aporte podría ser capital para la selección.

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Serge Ibaka: asegurando el futuro de ‘nuestra armada del Siglo XXI’

Luis Collantes

27.febrero.2011

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Serge Ibaka ya es uno de los pilares de los Oklahoma Thunder, el cuarto mejor equipo de la Conferencia Oeste en esta temporada, y pronto podría serlo también de la selección española Fuente de foto: blog.newsok.com



Resulta evidente que vivimos una época dorada en cuanto a éxitos deportivos se refiere. Desde hace años, España marca el ritmo en varias disciplinas y el baloncesto no es una excepción (triples estratosféricos de Teodosic y estadounidenses hiperhormonados y propensos a cometer pasos mediante). No obstante, para dar continuidad a estos éxitos, es preciso anticiparse al futuro, y asentar cuidadosamente los pilares sobre los que cimentar próximos compromisos. Como en cualquier proyecto, la gestión del talento y la prevención de riesgos es clave.

 

Vaya por delante que la base del equipo nacional, por no decir la totalidad de sus integrantes, todavía compite al máximo nivel y presenta unas expectativas de éxito a corto plazo inmejorables, que a buen seguro son (y serán) la envidia de cualquiera de nuestros vecinos europeos. El talento, la sed de títulos y el carácter ganador de la plantilla nacional, está fuera de toda duda, pero Gasol (30 años), Navarro (30 años), Calderón (29 años), Felipe (30 años) no dudarán eternamente y en el futuro, será necesario compensar su valiosa aportación como ilustres veteranos, con la eclosión de jóvenes talentos que deberán asumir el peso del escudo nacional y la presión de salir a  la cancha con el objetivo de revalidar los títulos y éxitos cosechados.

 

Hasta la fecha, el relevo generacional se está produciendo de forma magistral y jugadores como Ricky (20 años), Marc Gasol (26 años), Rudy Fernández (25 años) o San Emeterio (27 años), son ya pulidas joyas que continuarán su progresión en los próximos años, y sobre los que se irán acoplando piezas como Victor Claver (23 años) o Carlos Suarez (24 años), que, pese a su corta edad, ya han propiciado alabanzas de propios y extraños.

 

No obstante, hay 2 jugadores cuya evolución se diseña con especial “mimo”; 2 perlas  que se están puliendo con dedicación y mano firme, y que se presentan como futuros referentes del baloncesto nacional. Se trata de Nikola Mirotic (20 años) y Serge Ibaka (21 años), 2 ala-pivots sobre los que según parece, recaerá el peso de dar larga vida al rey Mr.Pau Gasol.

 

Mirotic, nacionalizado español desde hace casi 1 año, no se cansa de batir sus registros, y con el paso del tiempo se irá ganando la titularidad en el Real Madrid y por ende, se irá haciendo un hueco en la pintura de la selección, aportando una gran versatilidad en la faceta ofensiva (capaz de rebotear, anotar de 3, asistir, penetrar,etc.) y una gran intensidad defensiva, complementada con una gran colocación (que, amparada en sus 209 centímetros, le está convirtiendo en un gran taponador). Los argumentos para que se convierta en el futuro embajador del baloncesto español son sólidos y parece destinado a marcar una época, como ya apuntábamos en el post dedicado al jugador de nacimiento balcánico.

 

El caso de Ibaka es menos conocido, y por ello merece un breve análisis que permita desvelar las virtudes de este congoleño cuya nacionalidad española se está tramitando cuidadosamente desde la Federación, conscientes de la joya que representa. El angelito en cuestión mide 2,08 metros y por si esa altura no impone lo suficiente a sus rivales, seguro que cualquiera se piensa 2 veces el meterse en problemas con él sabiendo que los “Ibaka” forman un clan de 18 hermanos.



Pese a su corta edad, ya ha militado en varios clubes modestos y ha sido objeto de múltiples cesiones. Su primer club fue el “Avenir du Rair” congoleño, pero enseguida fue cedido al Interclub de Brazzaville, un grande del país que le permitió disputar la “Champions” africana, en la que fue elegido como mejor pívot de la competición pese a contar tan solo con 16 primaveras. Aterrizó en España para dejar su sello como campeón de Cataluña con el Club Básquet L’Hospitalet y participar con este mismo equipo en la LEB Oro, donde sus números le permitieron acabar la temporada 2007-2008 como máximo taponador de la competición y tercer mejor reboteador, figurando entre el “top ten” de jugadores más valiosos de la temporada.


Su trayectoria por la ACB ha sido efímera, ya que varios devenires administrativos le han privado de demostrar su talento en la máxima categoría de la Liga española, aunque tuvo tiempo de ganar el concurso de mates ACB en la temporada 2008-2009 y nos dejó una campaña en el Ricoh Manresa que presagiaba un gran porvenir. Rápidamente fue llamado a filas por los Oklahoma City Thunder de la NBA, club en el que actualmente milita y aunque sus estadísticas en liga regular fueron discretas en su primera temporada, (6,3 puntos, 5,4 rebotes y 1,3 tapones por partido), mejoraron sensiblemente en los playoffs contra los Lakers (7,8 puntos, 6,5 rebotes y 2 tapones de media), consiguiendo el record de jugador más joven en conseguir 7 tapones en un partido de play-off contra los que serían futuros campeones.


Poco a poco, va ganando reconocimiento en la NBA y, en el pasado fin de semana de las estrellas, Ibaka tuvo una doble participación, al formar parte del concurso de mates y de la selección de Sophomores (jugadores de segundo año), que perdió por un marcador de 148-140 frente a los rookies. Serge cuajó un buen partido, aportando 14 puntos, cinco rebotes y dos tapones. Que nadie espere de este congoleño que de la noche a la mañana se convierta en el nuevo Gasol, abonándose a los dobles dígitos de puntos y rebotes, pero su progresión, apunta a que en un par de temporadas, se codeará con las grandes figuras de la NBA.


Para su “naturalización” como ciudadano español, aún quedan algunos escollos por solventar, pues la Federación necesita disponer de su partida de nacimiento, localizada en un país al borde de la guerra civil, pero son optimistas al respecto. Ibaka desea competir con los actuales campeones de Europa en el Europeo de este verano y parece que todo estará solventado para que llegado ese momento pueda vestir la rojigualda. El gran dilema vendrá después, ya que deberá competir por tener un hueco en el equipo nacional con Mirotic, pues únicamente se puede convocar a un jugador nacionalizado. El debate, bendito debate, está servido.

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