Píldoras de postemporada

Más Wild West que nunca.

El merecidísimo galardón a mejor entrenador del año para Steve Kerr (sin olvidar el excelente trabajo de Luke Walton durante su ausencia) corona la histórica liga regular de los Golden State Warriors, pero el verdadero reto del coach comienza ahora.

La cómoda serie ante unos disparatados Rockets (tragicómicos en defensa y empeñados en no alimentar a un infrautilizado Howard en ataque) acabó con Curry de baja al menos 2 semanas. Todas las semifinales de conferencia sin el ejecutor más letal de la NBA y su mayor factor de intimidación sobre el rival, gracias a un rango de tiro infinito que abre un enorme abanico de posibilidades espaciales para el resto de sus compañeros. Thompson, Green y los jugadores de banquillo (excelente la respuesta de Livingston, Iguodala y Speights) capearon el temporal, y el páramo en que se han convertido los Clippers en apenas unas horas (Chris Paul operado de una rotura en la mano y Griffin baja confirmada para el resto de los playoffs) rebajan la dificultad del desafío para la próxima ronda. Queda por dilucidar si será la mermadísima tropa de Doc Rivers o unos Portland Trail Blazers que son un bellísimo canto a la dignidad competitiva en una liga abochornada por ciertos casos de tanking indiscriminado (hasta siempre, Hinkie) el rival de Golden State. El verdadero Everest llegará después, con dos monstruos hambrientos agazapados tras los flashes y el brillo monopolizado desde octubre por los californianos: Spurs o Thunder precisarán del concurso del mejor Curry.

Green y Kerr, ante un reto titánico. Fuente: usatoday.com

Calma relativa al otro lado del país.

La vida sigue igual en la Conferencia Este. El buen papel de los Pistons de Van Gundy no evitó un sweep más de los Cavaliers (17 victorias consecutivas para Lebron James en series de 1ª ronda de los playoffs, a caballo entre Miami y Cleveland), en una bella eliminatoria que arrojó un pequeño detalle que estará ya en la libreta de todos los entrenadores de la NBA. El small ball de los Cavs (explotado más que nunca por Lue y con Kevin Love en el puesto de pívot) dispara la producción ofensiva del equipo, pero deja evidentes lagunas defensivas. Colocar al center sobre Shumpert en defensa (ante la imposibilidad de Iman a la hora de embocar sus tiros) y meter a Love en todas las situaciones de pick&roll posibles en fase contraria (las vergüenzas defensivas del de Santa Mónica aflorar con virulencia en esas jugadas) es la mejor manera de dificultar la existencia al arrollador Big Three.

Con todo, los Cavaliers parecen listos para dar continuidad a su pronosticado dominio en un lado del cuadro en ebullición. Los fastuosos Heat (el mejor róster de la conferencia tras el de los de Ohio) perdieron la brutal inspiración inicial y se ven en dificultades ante las virguerías del prestidigitador Kemba Walker, Pacers y Raptors batallan sin cuartel en una apasionante contienda, y los Hawks de Budenholzer toman ventaja ante unos Celtics escasos de poder ofensivo y excesivamente dependientes de Isaiah Thomas.

Emoción y pasion por el mejor baloncesto, y la función está aún en su primer acto…

Los Pistons exigieron físicamente a Lebron, y The King respondió en consecuencia. Fuente: cleveland.com

@Juanlu_num7

 

Belleza destructiva

«Todo acto de creación es, en primer lugar, un acto de destrucción.»

Pablo Picasso

 

20 años son una eternidad en cualquier ámbito vital, no digamos ya dentro de esa combinación de inmediatez y falta de memoria que define al deporte en el más alto nivel competitivo. Alcanzada esa doble decena al frente del banquillo de los Spurs, el margen para la sorpresa dentro de la maestría constante de la labor de Gregg Popovich era altamente exiguo. Camino de su 19ª campaña consecutiva con un récord de al menos un 61% de victorias, y habiendo sentado cátedra tanto en defensa (con aquellas primeras escuadras de finales del SXX-principios del XXI, dominadoras en el cemento) como en ataque (situando la cima estética del spacing+passing en la final de 2014 ante los Miami Heat de Lebron James),  la chistera del camaleón de Indiana se presumía agotada. Qué equivocados estábamos todos…

El brillo cegador de los apabullantes Golden State Warriors de Steve Kerr no debe situar fuera de foco a la titánica obra destructiva que están construyendo los San Antonio Spurs 2015/16. La tropa tejana encaja esta temporada 95.2 puntos por cada 100 posesiones, dejando a los rivales en un 45.8% de acierto en tiros de campo y permitiendo únicamente 18.7 puntos por duelo desde la línea de 3. Todas ellas cimas en solitario de la NBA, siendo además el primero (medida de la eficiencia en defensa de un equipo) Top 10 histórico de la competición (acompañando a bulldozers corales como Knicks de Pat Riley, los Pistons de Larry Brown, los Celtics campeones de Doc Rivers o los propios Spurs reyes del 2003). Y eso son ya palabras mayores…

 

«La pasión por la destrucción también es pasión creativa.»

Mijaíl Bakunin

 

El engranaje colectivo acudió al rescate, para disipar las dudas razonables con respecto al proceso de integración de LaMarcus Aldridge. Porque, más allá de las monstruosas capacidades destructivas de Kawhi Leonard (probablemente el mejor two-way player del baloncesto moderno, candidato perenne a mejor defensor del año), el poderío de los cuatreros inmortales del Álamo reside precisamente ahí, en el bloque. Uno para todos y todos para uno.

Por todo ello, y como muestra de una máquina bella e inclemente, optamos por elegir una jugada sin Leonard en cancha y ante un conjunto top 5 en eficiencia ofensiva. Una coreografía de precisión quirúrgica, definitoria de un trabajo colosal.

Spurs def

 

Spurs defensa 2

Spurs defensa 3.2

 

Spurs defensa

Aguja en un pajar ejemplarmente afilado, reflejo de la maestría que un grupo de seres humanos pueden alcanzar trabajando juntos. El epítome de la belleza destructiva.

@Juanlu_num7