Se traspasa el Bar Tzokas

A principio de temporada hacia un artículo en que definía al FC Barcelona haciendo una broma sobre un bar, el Bar Tzokas, un Bar que quería renovarse, que quería ser más moderno, mas cool, un bar que nos vendieron que tendría un aire moderno, incluso diría que un aire juvenil.

Para ese Bar, al que llame Bar Tzokas se busco un nuevo director, un director griego venido de haber puesto en el mapa a una ciudad, en concreto había puesto en el mapa a un bar situado en la fría

ciudad de Krasnodar.

Allí había  con un estilo muy determinado y un equipo muy a su gusto había conseguido situar a un bar de segunda, en el top-4 de Europa, sin duda unas referencias excelsas, que venían además precedidos de una fama ganada en su país natal, en Grecia donde había conseguido en 2013 alzarse con el más grande de todos los títulos, el de mejor bar de Europa, un titulo que le otorgo la euroliga.

Con esos precedentes llegaba al Bar Celona, un bar que había ido perdiendo brillantez, que había ido perdiendo poco a poco glamur, y que sobre todo los dos últimos años parecía ir dando tumbos continuos y a peor, con música cada vez más previsible peor con algunos de sus dj cada vez con más problemas de coordinación entre su mano y su oído, lo que provocaba que muchas veces se le montaran las pistas y se le escaparan las mezclas, unas mezclas que además eran ya de viejos old hits, pero unos old hits que ya no eran grandes como antaño.

Lo cierto es que el trabajo de Bartzokas no ha sido fácil, multitud de lesiones, algunas de muy largo alcance, como las de Lawal que desde el principio de curso se rompió el tendón rotuliano de su rodilla y que dejo fuera del equipo a uno de los miembros que eran del gusto del director.

Pero lo cierto es que muy pronto se empezó a ver que eso que en teoría iba a ser un cambio de estilo no fue más que un intercambio de cromos, pero un intercambio en que todo ha sido a peor.

El equipo y los dj simplemente no han funcionado, en parte porque el director ha abusado de quien tenía que dirigir la sala (minutadas sin sentido de un Rice que no tenia recambio ya que la lesión de ribas nos privo del mejor combo guard del equipo).

La falta de sintonía del director con sus subordinados se hizo notar, el discurso del director no cuajaba en sus hombres, algo que acabaría en una multa por bajo rendimiento a todo el colectivo.

Pero lo peor es que eso se trasladaba a la pista, ese lugar donde los parroquianos van a oír la mejor música, a beber los mejores combinados, algo a lo que antaño se habían acostumbrado, pero que poco a poco se había perdido, y algo que con la nueva dirección no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado.

Y no ha empeorado un poco, sino un mucho, porque si bien con la antigua dirección ya sabias que te iban a poner por sistema los grandes éxitos de Navarro (sin darse cuenta que este ya no es quien te hace mover al público con sus éxitos) la nueva simplemente buscaba refugiarse en el talento puntual de los miembros del equipo, pero un talento supeditado a un estilo  nada acorde con las características del conjunto.

Así nos encontramos que pasamos de clásicos trasnochados, al peor reggaetón que podamos imaginar, la peor pachanga que uno pueda imaginar y que solo en momentos de lucidez se puede oír, básicamente cuando se decide dar las riendas al solista croata, un solista que esta por un lado infrautilizado, y por otro mal usado.

Mal usado porque el croata domina una música más lenta, más sensual, mas de muy corto alcance, de movimientos cercanos y no como lo ha usado para ritmos ultra vivos y de distancias largas, Tomic es jugador para bailar pegados, para acercarlo al aro y desde ahí hacer que todo el conjunto baile una lambada, y en cambio se le ha alejado del aro, y se le ha obligado a bailar ritmos que no le van, le han obligado a perrear con un reggaetón infame.

Ese reggaetón no solo ha desquiciado al equipo, sino que ha provocado desesperación entre los asiduos del Bar Celona, un Bar Celona que lenta pero inexorablemente ha ido perdiendo público, un público que no se identifica ni con el equipo, porque el equipo por un lado no toca la música que debería tocar, básicamente porque quien los dirige quiere un ritmo y una cadencia musical completamente distinta a la que sus músicos pueden darle.

Esa falta de sintonía y cadencia provoca que los propios músicos no crean en lo que tocan, y si no te crees lo que tocas no le pones sentimiento, y si no le pones sentimiento no das el 100%,  eso se transmite al publico que venía a ver una sesión de uno de los mejores Dj de Europa y se ha encontrado con un simple cambiador de discos, alguien que no solo no mezcla su música, sino que la pone y la quita sin criterio o con un criterio muy particular, que nadie entiende.

La verdad es que este año hemos vivido algunas de las sesiones mas malas y humillantes de la historia, como una mítica sesión en la Terrazza de Barcelona en que creo Roger Sánchez quiso hacer un guiño y no se le ocurrió otra que mezclar a Julio Iglesias (La Terrazza es uno de los locales o era uno de los locales donde se oía una de las mejores músicas electrónicas de la ciudad) y que acabo la sesión entre pitos y con el publico indignado, eso sí, rápidamente cambio el registro y encandilo a la parroquia con una sesionaza del mejor House que sus manos eran capaces de mezclar.

Por desgracia Bartzokas no ha sabido hacer como Roger Sánchez, y en vez de rectificar y aprovechar los recursos que tiene, en vez de exprimirlos y sacarles jugo ha insistido en su forma de pinchar…y lo cierto es que pinchar ha pinchado.

Largas sesiones de un infumable reggaetón han servido para desesperar tanto al equipo como a los parroquianos, un reggaetón que ha llegado a dejar sesiones como el Barça Madrid con un – 39 en la caja registradora, o otras sesiones como la que nos trajo a unos DJ rusos que en tan solo 10 minutos nos dieron una muestra de la mejor música electrónica llegada desde la fría Moscú, una música tocada por un DJ serbio con cara de dormido con toques de electro francés, y dirigida con maestría por un alumno aventajado del mejor dj del mundo.

Esas palizas han hecho que el público este quemado, que no crea ya en el director de el club, un club que no solo esta desordenado en la sala, sino que también es un desbarajuste total y absoluto en la parte organizativa y de dirección,  una zona noble que hace de la inacción su acción, del no hacer nada su forma de arreglar las cosas y que evidentemente no arregla nada.

Esa inacción acaba teniendo que tomar decisiones precipitadas, que mas que soluciones son golpes de efecto, pero golpes dados sin ton ni son, porque si no no se entienden los fichajes de Holmes, o el más reciente, el de un Xavier Mumford que no sabe lo que es ni la música house, ni el reggaetón y que a lo sumo quizás sea correcto con el sonido Detroit.

Hablando ya sin eufemismos Bartzokas no ha sabido sacar ningún rendimiento a una plantilla que seguramente no es la mejor, pero sin duda una plantilla a la que se le puede sacar muchísimo mas rendimiento, pero para eso has de usar tus piezas con inteligencia y sobre todo buscando donde haces más daño al rival y minimizando tus debilidades, y eso a día de hoy…y durante toda la temporada ni pasa ni ha pasado.

Veremos como acaba la fase regular, porque se puede llegar a acabar séptimo, sin factor cancha, con el publico abandonando el local en estampida y con el personal, el equipo total y absolutamente desmotivados.

No son las mejores condiciones para ilusionar a nadie…pero es que lo cierto es que el juego  y las vicisitudes que se ven el Bar Tzokas apuntan más a un cierre por quiebra que no a volver a ser aquel Bar Celona que fue capaz de dominar la ACB y ser un fijo de la final four.

En fin os dejo y me voy con la música a otra parte, que estoy viendo el Boston Wizards,  y ahora mismo van Celtics 26 Wizards 28…miento…empate a 28.

 

 

Artículo escrito por Jordi Perramón Xinxola en twitter: @guguseti

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del blog www.cosasdejordi.com

Corresponsal de www.fiebrebaloncesto.com para el FC.Barcelona y mienbro del equipo de Pasos de Salida, programa de Radio que emitimos cada domingo de 21:00 a 22:00.

Creador del podcast Flagrant Foul